"Lamento haber tenido razón". El portavoz de IU en la Junta, Gaspar Llamazares, lo siente, pero ya había advertido que unidos no podrían. Ayer volvió a decir que no era el momento de lanzarse a la confluencia con Podemos, esta vez ya con el refuerzo de los datos. Adepto de "los acuerdos y la cooperación en la izquierda", opuesto a la modalidad y el momento escogido por ambas fuerzas para organizar su integración, Llamazares se acoge a los hechos que han avalado su sensación de que esta campaña no era el momento. "Ni siquiera se han sumado votos, no se ha logrado superar al PSOE" y eso ha de inducir "una reflexión de fondo en las organizaciones coaligadas", afirma. "Más que en el proyecto", enlaza, "ha habido errores en el momento y en el cómo. Fue una decisión tomada desde arriba, precipitada, que no ha movilizado a los electores".

A Llamazares no le salen las cuentas. Le quedará para siempre la duda de lo que habría ocurrido "si nos hubiésemos presentado por separado y sumado diputados después" y lamenta tener "la impresión" de que en general, en el resultado electoral "ha podido el miedo a la ilusión".

En el momento de la asunción de errores, el portavoz de Podemos, Emilio León, no está en desacuerdo con Llamazares, porque su explicación del fracaso del intento de "sorpasso" incluye una versión similar de los hechos. "No hemos tenido tiempo suficiente para aquilatar esa colaboración", asegura. "Como los equipos de fútbol, necesitábamos entrenar, explicar con tiempo suficiente no sólo las propuestas, sino cómo se traduce la coalición. Quizá no hemos sido capaces de animar a votar", añadió, antes de abogar por abrir "un proceso de reflexión de largo aliento". León carga sobre los hombros del PSOE la renuncia "a un Gobierno de cambio" y lamenta "haya dormido a pierna suelta Areces en el día en que su esposa comparece en el juicio del 'caso Marea'".