El líder del PP, Mariano Rajoy, no consiguió la mayoría absoluta del Congreso que necesitaba para ser investido presidente y a partir de entonces quedó abierto el preceptivo plazo de 48 horas para una segunda votación el viernes, en la que ya sólo necesitaría mayoría simple, pero que también está abocada al fracaso.

Tal y como estaba previsto, Rajoy recibió en la sesión de investidura el voto afirmativo de 170 diputados (los del PP, Ciudadanos, Coalición Canaria, UPN y Foro), pero su candidatura fue rechazada por 180 escaños (los del resto de partidos).

Ayer miércoles necesitaba 176 síes y el viernes le bastaría obtener más votos a favor que en contra, pero las posiciones anunciadas en el primer debate de investidura por los representantes de los diversos grupos hacen que no se prevea sorpresa alguna y que se culmine una investidura fallida.

Será la segunda de la etapa democrática, después de la protagonizada el pasado mes de marzo por el líder del PSOE, Pedro Sánchez, tras las elecciones del 20 de diciembre.

Las apelaciones a la responsabilidad de todos los grupos, en especial a la de Sánchez y del PSOE, realizadas por Rajoy no sirvieron para variar la posición que ya vino anunciando el líder socialista y que fue ratificada esta semana por la Ejecutiva de su partido: un no rotundo al presidente del Gobierno en funciones.

Y tampoco hubo variación alguna en el resto de fuerzas que habían garantizado ya que no darían su respaldo al candidato a la investidura.

Sánchez justificó el no de su grupo en que Rajoy no es de fiar y "España necesita un gobierno, pero no un mal gobierno".

Sánchez: "Si usted fuera coherente con sus palabras debería votar en contra de su candidatura"

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"Nadie puede pedirnos que apoyemos aquello que aspiramos a cambiar", ha señalado antes de considerar que los españoles necesitan un gobierno "limpio", "social" y "creíble", y el de Rajoy "no lo es ni lo sería".

Al rechazo de los diputados del PSOE se han sumaron también los de Unidos Podemos y sus confluencias, PNV, ERC, PDC, Compromís, EH Bildu y Nueva Canarias.

Pese a no lograr su investidura en la votación de ayer y previsiblemente tampoco en la del viernes, Rajoy, en el cierre del debate, garantizó que él va a "continuar en la batalla" y lo hará "pase lo que pase y siempre en defensa del interés general".

Nada más terminar la sesión, el presidente en funciones se dirigió al escaño ocupado por el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, para saludarle y agradecerle su apoyo, y también hizo lo mismo con otros diputados de este grupo.

De acuerdo con el artículo 99 de la Constitución, la votación en la que a Rajoy le bastaría mayoría simple se celebrará 48 horas después de la que tuvo lugar ayer en el Congreso.

Por tanto, tal y como anunció la presidenta de la Cámara, Ana Pastor, los diputados están citados de nuevo la tarde del viernes en el edificio de la Carrera de San Jerónimo para el debate previo a esa segunda votación.

Rajoy será de nuevo el primero en subir este día a la tribuna de oradores para una intervención de diez minutos.

A continuación tomarán la palabra los portavoces de los grupos por un tiempo de cinco minutos cada uno por orden de mayor a menor representación parlamentaria.

Será al término de esas intervenciones cuando la presidenta del Congreso volverá de nuevo a llamar a votación a los 350 diputados.

La previsión es que se repita el mismo resultado que ayer, es decir, 170 votos a favor y 180 en contra, por lo que la investidura será fallida.

En ese caso, si en el plazo de dos meses desde la votación de hoy, es decir, hasta el 31 de octubre, ni Rajoy ni ningún otro candidato consiguiera ser investido, se convocarían automáticamente unas terceras elecciones que se celebrarían el 25 de diciembre, día de Navidad.