"No hemos sabido jugar nuestro papel, los ciudadanos nos han castigado en las urnas porque no hemos sabido ser útiles". Así se expresó ayer Ignacio Prendes, cabeza de la lista de Ciudadanos por Asturias al Congreso de Diputados, mientras trataba de asimilar un batacazo nacional de proporciones casi bíblicas que se ha traducido en la pérdida de cerca de 70.000 votos. Los 104.688 apoyos cosechados el pasado 28 de abril se quedaron ayer en 36.621. Esta cifra deja a los naranjas asturianos sin representación en las Cortes. Se trata de las peores estadísticas de esta formación en el Principado desde que se presentara por vez primera, en las elecciones autonómicas de 2015.

Prendes cerró una comparecencia de seis minutos con la voz entrecortada y al borde de las lágrimas, al referirse a su futuro: "Allá donde me toque estar, trataré de apoyar y llevar este proyecto, y de ser útil a mis conciudadanos, que es lo que he tratado de hacer a lo largo de estos cuatro años". En las dos últimas legislaturas, el político y abogado gijonés gozó de un protagonismo muy notable como vicepresidente del Congreso de los Diputados.

Prendes empleó la misma expresión que su líder nacional, Albert Rivera, para catalogar el fracaso de ayer: "Sin paliativos". Un batacazo al que dio una lectura en clave nacional: "Un mal resultado para el centro político es un mal resultado para los ciudadanos, argumentó.

Sin embargo, Prendes no secundó el discurso que algunos integrantes de los órganos del partido mascullaban entre bocado y trago del cóctel, que apuntaban a la necesidad de que Rivera se asigne responsabilidades y se haga a un lado. Se limitó a indicar que se hace necesario "abrir un proceso de reflexión para encarar un futuro que necesita de Ciudadanos sin ningún género de dudas".

Lo incuestionablemente cierto es que, en el conjunto de España, Ciudadanos ha pasado de 57 diputados a solo 10. Y esa debacle flotaba en el ambiente del cuartel general naranja en Oviedo desde el cierre mismo de los colegios electorales. La principal encuesta a pie de urna ya había arrojado un jarro de agua combinada con cubitos de hielo (14 o 15 escaños), pero la realidad que salió de las urnas resultó ser aún más cruda.

A lo largo de la noche, los dirigentes del partido barajaron la posibilidad de que comparecieran el secretario de organización en Asturias, Sergio García, o el candidato a senador Nicanor García. Todo ello en espera de que hablase Rivera para que Prendes se pronunciara a continuación. En vista de las dimensiones de la costalada, todo quedó reducido a una intervención de Prendes sin esperar a Rivera: pocos matices cabía plantear. Al final de su discurso, el cabeza de lista fue consolado por su esposa y por sus compañeros. Acto seguido, una copa de agua para pasar mejor el trago.