La evolución del mercado laboral, la internacionalización de las empresas y la estrategia de globalización actual exigen una formación basada en casos prácticos, con contenidos totalmente actualizados y con un continuo aprendizaje de idiomas. Para hacer frente al futuro cercano, las universidades deben adelantarse y preparar a sus alumnos para que desarrollen las competencias y habilidades demandadas por las empresas. Estas son algunas de las claves para elegir la Universidad del presente.

Las empresas manifiestan en sus procesos de selección que la formación que se imparte en el ámbito universitario, en muchas ocasiones, no responde a sus necesidades. De hecho, la sociedad actual, nacida en la era digital, gira hacia caminos totalmente nuevos e inexplorados a una velocidad vertiginosa: la sociedad actual vine en una cultura de cambio permanente sujeta a los avances tecnológicos. Por ello, cada vez van ganando más importancia y prestigio las instituciones académicas que implementan en sus planes de estudio una formación transversal y multidisciplinar, con amplias competencias en el ámbito digital. De esta forma, los futuros trabajadores desarrollan, no solo los conocimientos propios de su especialidad, sino que también adquieren otras destrezas que les ayudan a llevar a cabo su labor profesional.

Los idiomas, la internacionalización, el aprendizaje activo y la creatividad son algunos de los ejes sobre los que gira el nuevo modelo académico. Pensar en clave internacional es imprescindible para mejorar la competitividad laboral de los estudiantes y la de la propia universidad. Y es que esta apertura al mundo supone una expansión del conocimiento que enriquece, tanto a la institución académica como al alumno. Y para lograrlo es imprescindible dar un protagonismo esencial al aprendizaje y perfeccionamiento de los idiomas. Asistir a clases impartidas totalmente en inglés y vivir experiencias internacionales son dos de los pilares sobre los que se sustenta esta evolución formativa.

Hoy en día, la movilidad internacional de los estudiantes es una cuestión muy importante que se relaciona directamente con la mejora y la captación de talento. No en vano, una de las tendencias actuales es la realización de programas colaborativos entre centros universitarios de diferentes países, logrando dobles grados y titulaciones conjuntas que aportan un valor añadido incalculable al currículo de los alumnos.

Relación entre Universidad y empresa

El objetivo de la formación universitaria se debe basar en la empleabilidad de los alumnos. Desde el comienzo deben trabajar en un porfolio personal con sus propios proyectos, que les sirva para estar conectados con el mundo profesional. Esa visión hacia el futuro del alumno se asienta sobre la relación necesaria entre la Universidad y la empresa, por lo que se hace imprescindible una cooperación estratégica de las instituciones académicas con las compañías en la que se marquen los contenidos que demanda el mundo laboral.

¿Qué buscan los alumnos?

Universum, empresa internacional líder en Employer Branding, arrojó unos datos reveladores en su último informe "Most Attractive Employers": cuatro de cada diez universitarios en España demandan que su centro de estudio les transmita habilidades que se puedan aplicar de forma práctica en su futuro trabajo y que vayan dirigidas al desarrollo profesional. En definitiva, este "futuro" modelo universitario, que ya es presente en algunas instituciones académicas, como es el caso del Centro Universitario CESINE de Santander, se presenta como un impulsor del talento que está por venir para formar a los nuevos profesionales; un catalizador de las habilidades prácticas que resulta realmente diferenciador.