Si alguien disfruta de la Navidad, son los niños y no sólo por los regalos. Ellos, con su inocencia e ilusión, son los que más viven esta época del año y creen en la magia de estos días. Por ello, al contar con días de vacaciones, durante estas fechas, se puede acudir a múltiples eventos y planes navideños con los pequeños y pequeñas de la casa.

Planes caseros

Si el tiempo no acompaña, uno de los planes más recurrentes es el “cine en familia”. Desde los grandes clásicos de los que los padres disfrutaron en su infancia, hasta otras películas más actuales. También puede optarse por una tarde de lectura infantil. A los niños les encantará compartir estos momentos con sus padres y, además, ayudarán a potenciar su creatividad y su gusto por los libros. Otras opciones son una sesión de villancicos de ayer, hoy y siempre o las divertidas tardes con juegos de mesa y, si los niños tienen “madera de chef”, se puede preparar con ellos un postre. Las galletas de mantequilla con formas y decoración navideña pueden ser una gran opción que permitirá mejorar la complicidad entre padres y hijos y desarrollar un trabajo en equipo para obtener un buen resultado.

Siguiendo con labores artesanales, y aunque estemos ya inmersos en la era digital, seguro que toda la familia pasa un rato estupendo realizando las siempre esperadas felicitaciones navideñas en papel, las cuales conservan intacto su encanto, sobre todo cuando se realizan en casa con los materiales que se tienen a mano. Una actividad con la que, además, se inculca a los pequeños y pequeñas el hábito del reciclaje y la reutilización de materiales. Aquellos que le cojan el gusto al “do it yourself” -”hazlo tú mismo”-, pueden aprovechar y decorar también la casa, el árbol o la habitación de los niños con guirnaldas de papel o luminosas, bolas festivas, candelabros colgantes o velas “customizadas” para la ocasión.

Planes callejeros

A la hora de sacar el espíritu navideño a la calle, durante estas fechas son múltiples y variadas las actividades programadas en las diversas ciudades, las cuales suelen tener una buena dosis de magia y de diversión. Por ejemplo, el alumbrado. La mayoría de las ciudades y pueblos de la región cuentan con iluminación festiva, y un buen plan familiar para estas fechas es dar un paseo por las calles y disfrutar del espíritu navideño que se respira gracias a los adornos y las luces callejeras. Asimismo, en este mes de diciembre es habitual que se pongan en marcha mercados navideños que disfrutan sobremanera tanto niños como mayores, así como obras teatrales o sesiones de cine infantiles y las siempre concurridas y entretenidas pistas de patinaje sobre hielo.

Un plan que no debe faltar en la agenda navideña es acudir a la cabalgata de Reyes o a visitar a Papá Noel, jornadas que los niños y niñas viven con especial nerviosismo, alegría e ilusión, ya que de ellos depende que reciban todos esos regalos por los que llevan suspirando una temporada. En este punto cabe resaltarse que son muchas las familias que aprovechan estas fiestas para hacer “limpieza” de juguetes, ropa y artículos varios en sus domicilios y, posteriormente, entregarlo en algún centro o asociación que trabaja con los más necesitados. Una labor que, sin duda alguna, sirve para que los más pequeños profundicen en valores como la solidaridad, la generosidad y la conciencia social.