"El acoso escolar es un problema que afecta a uno de cada tres estudiantes en todo el mundo", señala la Unesco en su último informe, "Behind the numbers: Ending school violence and bullying" ("Detrás de los números: Poniendo fin a la violencia y el acoso escolares"). Este estudio alerta de que el acoso sexual es la segunda forma más común de bullying y recoge que un tercio de los alumnos entre los 8 y los 24 años han sido intimidados psicológicamente por sus compañeros en la escuela al menos una vez en el último mes y una proporción similar se ha visto afectada por la violencia física.

Recomendaciones

La Unesco asegura que, pese a la violencia escolar registrada a nivel mundial, se han hecho progresos significativos para reducirla o contenerla. Los países que han podido disminuir el problema tienen en común una serie de factores que han llevado al éxito de su reducción. Estos son:

- Compromiso de promover un clima escolar y un entorno de aula seguros y positivos.

- Sistemas eficaces de denuncia y seguimiento de la violencia y el acoso escolares.

- Programas e intervenciones basados en datos empíricos.

- Respaldo y orientación al alumnado afectado.

- Empoderamiento y participación de los estudiantes.

- Formación y apoyo al docente.

A partir del análisis de estos factores, la Unesco propone recomendaciones para disminuir el bullying. Estas son: asegurar la existencia de legislación para salvaguardar los derechos de los niños y que se formalicen y cumplan políticas para prevenir y responder al bullying; mejorar la disponibilidad de información precisa y fiable sobre la problemática e implementar proyectos de prevención y erradicación basados en evidencias de investigaciones; formar y apoyar a los docentes para prevenir y responder ante el bullying; promover proyectos de erradicación de la violencia escolar que impliquen y comprometan a toda la comunidad educativa, incluyendo estudiantes, maestros, personal escolar, padres y autoridades locales; proporcionar información y apoyo a los estudiantes para que puedan hablar libremente si sufren acoso escolar y afrontar el problema; promover la participación del alumnado para prevenir y responder a la violencia escolar y la intimidación, y respaldar de forma prioritaria a los niños y niñas que son especialmente vulnerables al acoso, ya sea por su raza, etnia, discapacidad, género u orientación sexual.

Establecer un sistema de denuncias y mecanismos de asesoramiento para los afectados.

Erradicar el acoso escolar es sumamente importante para la Unesco, ya que tiene un efecto negativo significativo en la salud mental, la calidad de vida y el rendimiento académico de los niños y las niñas.