Tras varios meses en los que las clases presenciales se vieron interrumpidas por la crisis sanitaria y la llegada de las vacaciones de verano, arranca ya el próximo curso. Se trata de un momento en el que lo habitual es que los estudiantes sientan alegría por reencontrarse con sus compañeros, sobre todo este año que llevan tanto tiempo sin verse, sin embargo, en algunos casos este regreso implica situaciones de acoso escolar donde algunos estudiantes utilizan sus móviles como herramienta para realizar "ciberbullying".

Según datos del "I Observatorio de la Generación Z a través del smartphone" elaborado por el fabricante europeo de smartphones WIKO, 3 de cada 10 jóvenes de entre 18 y 24 años reconocen haber utilizado su terminal para enviar mensajes hirientes o insultos a alguien (30,61%), de los cuales un 17,52% lo hizo por mensaje, un 15,65% por redes sociales y un 10,33% por teléfono. Sin embargo, otro dato todavía más sorprendente es que este porcentaje prácticamente se duplica a la hora de preguntar si alguna vez han recibido un mensaje de este tipo. Las cifras revelan que casi un 60% de los jóvenes encuestados (58,17%) confiesa haber recibido algunos hirientes o insultantes, principalmente a través de redes sociales (36,52%) y mensajes (30,61%), seguido de por teléfono (19,09%) y por mail (6,10%).

Además, casi el 40% de los centennials españoles reconoce haber perdido el control de su imagen en redes sociales alguna vez, mientras que un 51,18% afirma haber tenido en alguna ocasión miedo de haber enviado un contenido que luego se haya podido volver en su contra. Para evitar ciertos tipos de ciberacoso, principalmente a través de redes sociales, es clave que los más jóvenes conozcan y apliquen filtros de privacidad y limiten la comunidad de personas que pueden ver sus contenidos o enviarles mensajes. Los perfiles abiertos hacen que los acosadores puedan obtener información, reenviar fotos o vídeos y aprovechar para hacer "bullying" a través de las interacciones como comentarios, mensajes privados, etc.

Por ello, se deben evitar contenidos que dañen la imagen de otras personas, siendo importante preservar su intimidad. Según el estudio, casi la mitad (46,33%) de los menores españoles a partir de 16 años recibe contenido sexual a través de su móvil, un 37% protagonizado por personas de su entorno. Un hecho muchas veces normalizado que puede llegar suponer un caso de "ciberbullying" con consecuencias penales.

Asimismo, no se deben seguir "challenges" que promuevan el acoso escolar. Durante el confinamiento, las redes sociales focalizadas en hacer vídeos han alcanzado su máxima popularidad, convirtiéndose en unas de las aplicaciones más descargadas. Esto ha supuesto también un auge en la participación en retos virales que, aunque normalmente están asociados a la diversión, deporte, concienciación..., pueden convertirse en una herramienta para promover el acoso escolar. De hecho, según datos del estudio realizado por WIKO, cerca de 4 de cada 10 jóvenes (37,01%) de entre 18 y 24 años reconocen haber participado en algún reto viral a través de redes sociales, de los que un 4,72% ha estado relacionado con una novatada, "bullying" o broma pesada.