Un día muy especial para todos. El pasado 7 de septiembre se inauguraba el curso escolar 2020-2021 en el Colegio Internacional Meres, comenzando por los más pequeños, los alumnos de Infantil y 1.º y 2.º de Primaria. Durante esa semana, el resto de alumnos de Primaria fueron iniciando las clases, lo mismo que los de Secundaria y Bachillerato.

En el centro, todo estaba preparado para recibir, con más ilusión que otros años, a los estudiantes que habían visto suspendidas las clases desde marzo y no habían vuelto a verse las caras desde entonces. Fueron muchas las reuniones, los acuerdos y las adaptaciones que se tuvieron que tomar para poder comenzar cuanto antes, y, lo que era más importante, con todas las garantías necesarias el curso escolar. Para ello, se elaboró un protocolo propio del centro que fue enviado a todas las familias. En él se explica exhaustivamente dónde y cuándo se deben llevar las mascarillas; cuándo y cuántas veces se deben lavar las manos; los diferentes caminos trazados para que circulen los alumnos; o cómo se debe proceder en el comedor o en los autobuses, entre otras medidas. Este protocolo tiene como objetivo describir las medidas necesarias para garantizar las condiciones de seguridad y salud de sus alumnos, familias y trabajadores para el desarrollo de la actividad docente presencial.

En el Colegio Internacional Meres no solo se han reorganizado nuevos grupos, sino que también se han amoldado los horarios para los comedores y las sesiones diarias. En cuanto al alumnado, se pretende que los niños y niñas se relacionen solo con los de su grupo, de ahí que se hagan las entradas y las salidas escalonadas para evitar coincidir con el resto de estudiantes. "Lo peor de todo es no poder jugar con nuestros amigos de la otra clase al fútbol", se lamentan Nicolás Rodero y Tomás Rubio, alumnos de 2.º de Primaria, quienes han visto cómo se delimitaban los espacios en el recreo para cada curso. Y es que los responsables del centro han decidido definir sectores delimitados con marcas de colores para que sea algo más visual y los alumnos puedan reconocerlo fácilmente. Una situación que ha propiciado que las niñas y niños estén desarrollando su imaginación a la hora de jugar, volviendo a los juegos de antes como el pañuelo o el cascayo.

El Colegio Internacional Meres tiene la suerte de contar con un entorno privilegiado con grandes espacios verdes que se están aprovechando al máximo para favorecer las clases en el exterior, siempre y cuando el tiempo lo permita, y de esta manera poder "liberarse" un poco de la mascarilla. "Es lo que más nos está costando este curso", dice Gonzalo Villaverde, de 6º de Primaria.

Todos los espacios se han reforzado en limpieza y desinfección. Cada etapa educativa cuenta con un termómetro digital para, en caso de necesidad, tomar la temperatura del alumno. Uno de los lugares imprescindibles del centro este año es el "espacio sanitario", una sala separada del resto que cuenta con ventilación adecuada para albergar al alumno que se encuentre con síntomas. Si se diera el caso, este estaría acompañado en todo momento por la enfermera del colegio, que procedería a seguir el protocolo indicado en estos casos.

Medidas muy necesarias y controladas que, hasta la fecha, todos han adoptado a la perfección. Los alumnos, quienes no han ocultado en la mayoría de los casos las ganas que tenían de reencontrarse en las aulas con sus compañeros, saben que todas tienen como objetivo y protegerles y, además, son necesarias. En ocasiones, los niños y niñas son los primeros en dar ejemplo.