Junto a las recomendaciones realizadas por el Consejo COLEF -Consejo General de la Educación Física y Deportiva- que deberían estar recogidas en la circular de inicio de curso (instrucciones que los centros educativos, públicos y concertados, reciben y que son una guía para el desarrollo de curso) ha llamado mi atención el trabajo desarrollado por un grupo de investigación de Actividad Física de la Universitat de Valencia con la finalidad de generar un instrumento para una vuelta segura al cole, reduciendo la alarma social.

Utilizan infografías de carácter visual para el cumplimiento de las normas de las autoridades sanitarias, en cuanto a rutinas higiénicas y de distanciamiento, dependiendo siempre del tipo de actividades y lugar donde se realicen. La iniciativa incluye apoyarse en las nuevas tecnologías, respetando la diversidad socioeconómica, física y sexual. Este grupo de trabajo valenciano lo ha desarrollado en cuatro bloques: condición física y salud, juegos y deporte, expresión corporal, y actividades adaptadas al medio natural.

Dentro del primer bloque, condición física y salud, ponen de ejemplo saltar a la comba como actividad individual de alto o bajo impacto y que equivaldría a veinte minutos de carrera continua, pudiendo ejecutarse con música creando diferentes pasos. En los juegos y deportes, apuestan por dividir la pista como en el tenis, u otros deportes como el golf o la petanca; juegos populares y adaptados, así como juegos de invasión con disco volador (frisbee) y sin contacto físico, frente a otros deportes de contacto como el fútbol o el judo. En el bloque de expresión corporal, plantean hacer coreografías de baile o danza individuales, con las que crear un montaje manteniendo las distancias. Y en actividades adaptadas al medio natural, se apunta, por ejemplo, correr, ir en bici o la orientación con brújula, con separación y en grupos pequeños.

En Portugal, la planificación de las clases de Educación Física ha generado una gran sensibilidad e importancia en los medios de comunicación, debido a su especificidad, reduciendo ratios y aumentando radios de seguridad a partir de 3 metros.

Ahora, a los profesionales nos toca repensar esta asignatura, primordial en época de confinamiento, integradora social y tan beneficiosa física, cognitiva, psicológica y emocionalmente. Muestra de ello es la tercera hora de Educación Física semanal que ya empiezan a tener otras comunidades autónomas en este curso tan atípico que ahora comienza y que debe ser un punto de partida para darnos cuenta de la importancia de la adhesión a un estilo de vida activo y saludable.