Madrid / Pamplona

La ejecutiva federal del PSOE está mayoritariamente decidida a vetar el pacto de los socialistas navarros para gobernar en coalición con los nacionalistas de Nabai e IU, en la reunión que tendrá lugar hoy con los dirigentes del PSN, Fernando Puras y Carlos Chivite, en su sede central de Ferraz .

El secretario de Organización, José Blanco, será el encargado de transmitirles el rechazo de numerosos dirigentes del PSOE, entre ellos el asturiano Álvaro Cuesta. La Ejecutiva no parece dispuesta a aceptar el pacto con los nacionalistas vascos en Navarra por temor al coste electoral que para el partido tendrá a siete meses de los comicios generales.

El rechazo de Ferraz puede abocar al PSN a una crisis sin precedentes, habida cuenta del respaldo abrumador que los socialistas navarros han dado al acuerdo con NaBai y del que tanto Puras como Chivite deberán dar hoy explicaciones. La dirección del PSOE, a quien corresponde la decisión última en materia de pactos, al igual que Zapatero, prefiere un Gobierno de UPN en minoría al acuerdo con Na Bai.

Miembros de la ejecutiva federal avanzaron ayer que, a no ser que hayan cambiado las condiciones expuestas a mediados de julio, no autorizarán ese pacto con los nacionalistas vascos, que ven perjudicial para afrontar las elecciones generales del próximo año, dado que el PP podría aprovecharlo para hacer oposición.

Zapatero evitó ayer pronunciarse sobre la decisión del PSN y se limitó a decir que la dirección socialista escuchará sus razones y adoptará una «posición única». El presidente echó mano del Consejo de Ministros extraordinario sobre Canarias y de una visita a Parla para dejar la patata caliente en manos del secretario de organización, José Blanco.

«El PSN tendrá un dialogo con la dirección general del partido para intercambiar opiniones y tomar una decisión que no voy a adelantar», afirmó Zapatero. El presidente destacó que ya ha escuchado a Puras «en más de una ocasión expresar las discrepancias tanto con Na-Bai como con UPN», pero, en todo caso, será «la dirección federal del partido» la que tenga la última palabra.

Tras semanas de sigilosas negociaciones, los socialistas navarros aprobaron por unanimidad el miércoles por la noche una declaración en la que expresan su «criterio favorable para la posible formación de un Gobierno de cambio, convivencia y progreso» con Nafarroa Bai e IU. Una declaración que en Ferraz se ha percibido como una desafío a su autoridad y que supone un giro radical a la situación de Navarra, después de que, tras varias semanas, se rompieran las conversaciones entre estos grupos para dar luz verde a un tripartito que debía desbancar a UPN del gobierno en Navarra.

El ex ministro de Defensa José Bono defendió que la última palabra sobre las políticas de pactos y alianzas estratégicas del partido la tenga la ejecutiva federal. Además, se mostró contrario a que el PSN pacte con Nafarroa Bai, partido al que llama «nuevo nacionalismo navarro», porque esconde un «independentismo agazapado», y el PSOE es «un partido serio y no una partida de buscadores de poder».

Desde el PP se afirmó que un pacto entre el PSN y Na-Bai confirmaría que «se van a favorecer las reivindicaciones de ETA». Además, los populares afearon el silencio de Zapatero e instaron al PSOE a tomar una decisión «coherente».

Una de las partes interesadas, Na-Bai, señaló por boca de su número dos, Maiorga Ramírez, que sería «inconcebible» que la dirección general del PSOE «boicotease» la decisión de la ciudadanía navarra expresada en las urnas. «Lo que procede de inmediato es sentarnos a negociar las bases para acordar el cambio político en Navarra», sentenció. En esta misma línea, la otra pata del tripartito, IU, exigió a Zapatero que mantenga «su palabra» y respete la decisión del PSN.

La que no dejó pasar la ocasión para pronunciarse fue la ilegalizada Batasuna. Uno de sus portavoces, Pernando Barrena, afirmó que en Navarra se está viviendo «un espectáculo lamentable» con bandazos incomprensibles que obedecen al «reparto del pastel del Gobierno». «Es triste ver cómo ni tan siquiera la decisión del PSN es respetada en el ámbito interno de su propio partido», lamentó Barrena.