El presidente Zapatero entró el jueves en el salón de la cumbre de la OTAN en Bucarest donde se dedicó a leer un documento mientras cuatro sillones más allá el norteamericano George Bush hablaba con varios mandatarios de la Alianza. El corro iba aumentando en torno a Bush, pero Zapatero seguía inmerso en su soledad. Al final regresó a Madrid sin que el presidente de EE UU le concediera el encuentro esperado.