Madrid

El portavoz de exteriores del PP, Gustavo de Arístegui, pidió ayer al Gobierno que haga una «reflexión» sobre si España debe o no enviar una delegación institucional a la inauguración de los Juegos Olímpicos de Pekín por la situación que vive el Tíbet, aunque rechazó los boicots político y deportivo.

De Arístegui, en declaraciones a «Efe», consideró una «absoluta imprudencia y una completa irresponsabilidad» tomar una decisión de forma precipitada, pero emplazó al Gobierno a evaluar el asunto y consultar con el PP la solución que adopte, habida cuenta de la relevancia del caso.

El portavoz del PP señaló que sería un «grave error» boicotear la jornada inaugural y se inclinó por esperar a ver cómo evoluciona la situación de los derechos humanos en el Tíbet hasta el comienzo de los Juegos, el próximo 8 de agosto.

«Es una decisión política que no tiene que ver con el boicot político, sino con la reflexión sobre la delegación que tiene que ir, o si debe o no ir delegación alguna», explicó.

El ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, afirmó el pasado 29 de marzo que España enviará su «representación tradicional» a la sesión de apertura de los JJ OO, sin precisar quiénes integrarán la delegación.