Madrid

El segundo presidente de la democracia, Leopoldo Calvo-Sotelo y Bustelo, murió al mediodía de ayer en su domicilio de Madrid, a los 82 años, de forma inesperada tras sufrir una parada cardiorrespiratoria. Es el primer jefe de Gobierno de la democracia que fallece.

Calvo-Sotelo fue encontrado sin vida por sus familiares en su domicilio de Pozuelo de Alarcón (Madrid). Los servicios médicos sólo pudieron certificar su fallecimiento. «Se le ha parado el corazón», informó su primogénito, Leopoldo.

El ex presidente no padecía ninguna enfermedad. Hace unos meses había sufrido una caída de la que no llegó a recuperarse en su totalidad y a consecuencia de la cual sufrió un progresivo empeoramiento en su estado de salud.

Los Reyes, los Príncipes, y el presidente Zapatero hicieron llegar su pésame a la viuda y a los familiares de Calvo-Sotelo, que fue velado todo el día en su domicilio, donde por la tarde se ofició un servicio religioso al que asistió el ex presidente Aznar.

A lo largo del día de ayer numerosas personalidades y allegados pasaron ayer por el domicilio familiar de Calvo-Sotelo, a cuya entrada estaban apostados numerosos periodistas.

Don Juan Carlos, doña Sofía y los Príncipes de Asturias hablaron telefónicamente con su viuda, Pilar Ibáñez-Martín, a quien le expresaron su apoyo y cariño. Todos ellos acudirán hoy a la capilla ardiente para dar el último adiós a Calvo-Sotelo.

El Gobierno se puso en contacto con la familia a través de Bernardino León para ultimar los detalles de los homenajes y la celebración, el próximo jueves, de un funeral al que asistirán las altas instituciones de la nación. El Senado concederá al ex presidente la medalla de oro a título póstumo.

Los dirigentes políticos valoraron de forma unánime su contribución a la consolidación de la democracia en España en unos difíciles momentos políticos, en los que demostró su talla como «hombre de Estado».

Calvo-Sotelo no fue elegido en las urnas sino designado por la UCD para sustituir a Adolfo Suárez, que había dimitido el 29 de enero de 1982 y fue en medio de la votación de su investidura cuando se produjo la intentona golpista del 23-F.

Retirado de la política desde 1987 aunque próximo a las tesis del PP, Calvo-Sotelo era seis años mayor que Suárez, que padece una enfermedad neurológica degenerativa desde comienzos de esta década.

Calvo-Sotelo, doctor ingeniero de caminos, canales y puertos, vivió una complicada situación política durante su año de presidencia porque no sólo afrontó el 23-F, sino el intento de golpe de Estado que preparaban los coroneles para el 27 de octubre de 1982, sólo un día antes de que las votaciones en las urnas dieran la victoria absoluta a Felipe González.

El ex jefe del Gobierno, que era miembro del patronato del Real Instituto Elcano, tuvo su última aparición pública el pasado 14 de febrero en un acto organizado por el Fórum Europa en el que intervenía el vicepresidente Pedro Solbes.