Madrid

El vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, echó ayer leña al fuego del debate interno al asegurar, en declaraciones al diario «20 minutos», que no se sabe si el actual líder del PP, Mariano Rajoy, será el candidato de los populares de cara a los próximos comicios generales en 2012.

González aclaró que Esperanza Aguirre «no pretende ser presidenta del PP ni quitar a nadie para ponerse ella», pero que si se hubiera propuesto conseguir los avales necesarios para presentarse a la presidencia del partido, los hubiera conseguido.

Al parecer, «es un futurible porque nadie se ha puesto a contarlos», aunque se mostró seguro de que «si hubiera decidido presentarse hubiera conseguido todos los avales necesarios y más». Estas declaraciones se producen tras conocerse informaciones en las que se asegura que José María Aznar criticó la línea de Rajoy ante cargos del partido.

Mientras, los once compromisarios del PP del distrito de Salamanca que promueven en su partido un sistema de primarias para elegir al presidente y a los cabezas de listas electorales no recabarán firmas de apoyo a su propuesta, como habían anunciado, dada la «actitud favorable al debate» que han percibido en los dirigentes del partido.

Así lo indicó a «Efe» Ángel Donesteve, uno de los compromisarios, que ha explicado que la mesa informativa que instalarán mañana en el portal de esta agrupación estará destinada únicamente a «atender iniciativas, consultas, dudas y aportaciones de otros compromisarios y militantes».

La portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, realizó ayer unas declaraciones en las que reconoció que la pérdida de las pasadas elecciones generales merece hacer autocrítica. La vallisoletana asumió que todo el partido es responsable de los resultados cosechados por su partido en las pasadas elecciones generales y que volvieron a dar la victoria a los socialistas, y por eso animó a todos los miembros del partido a «hacer un análisis para reforzar su proyecto», con especial incidencia en Cataluña y en Euskadi, comunidades en las que el fracaso de los populares fue más claro.

Sáenz de Santamaría cree que la formación a la que representa en la Cámara baja es «una verdadera alternativa de gobierno», y que eso ha quedado demostrado, ya que en los comicios del 9 de marzo el PP aumentó su número de votos. Pero los populares no ganaron, y el resultado no fue responsabilidad de una u otra ya que «en los partidos todos sus trabajadores son herederos de los éxitos y hacedores de los que no lo son tanto».