Madrid

El féretro con los restos mortales del ex presidente del Gobierno Leopoldo Calvo-Sotelo salió a las 10.00 horas del Congreso de los Diputados, donde fue despedido con honores de Estado, para ser trasladado hasta la localidad lucense de Ribadeo. Unas 10.000 personas pasaron por la capilla ardiente instalada en la Cámara baja para dar su último adiós al fallecido.

Cubierto con la bandera de España y bajo los acordes del himno nacional, el féretro fue portado a través de la Puerta de los Leones del Congreso por militares del Ejército de Tierra, que lo colocaron sobre un armón.

Nada más abandonar el edificio, se guardó un minuto de silencio y, a continuación, el armón fue conducido a la madrileña plaza de Neptuno, seguido del cortejo fúnebre con la familia del ex presidente del Gobierno, encabezado por su viuda, Pilar Ibáñez Martín, sus ocho hijos y sus nietos, que portaban todos ramos de flores.

Tras la familia se situaban el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; junto a los presidentes del Congreso, José Bono, y el Senado, Javier Rojo, quienes acompañaron el féretro en su salida del Congreso de los Diputados.

En la plaza de Neptuno se vivió el momento más emotivo de la ceremonia de despedida, al efectuarse el toque de oración y la salva de honor, tras el que desfiló un batallón mixto formado por efectivos de los tres Ejércitos y de la Guardia Civil.

Uno de los cuatro caballos que portaban el armón con los restos mortales se cayó al suelo tras rodear la plaza de Neptuno, pero se recuperó tras recibir algo de alimento, sin que el incidente alterara lo más mínimo el transcurso de la ceremonia.

Adolfo Suárez, hijo del primer presidente de la democracia, acompañó desde primera hora a la viuda y a los hijos de Calvo-Sotelo, que se turnaron durante toda la noche en la capilla ardiente.

Los restos mortales de Leopoldo Calvo-Sotelo estuvieron custodiados desde las 10.00 de la mañana del domingo, cuando se abrió la capilla ardiente, hasta las 09.00 horas de ayer por soldados de los tres Ejércitos y agentes de la Guardia Civil.

Todas las autoridades despidieron afectuosamente a los familiares del ex presidente del Gobierno, a los que mostraron su apoyo y su calor, al término de la ceremonia, que finalizó poco antes de las once de la mañana.