Madrid

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, eludió ayer opinar sobre la situación que atraviesa el PP y sobre el futuro del principal partido de la oposición y aseguró que «son tantas las cosas que pasan cada día» que «no es fácil».

En rueda de prensa en la Moncloa junto al presidente ecuatoriano, Rafael Correa, Zapatero fue preguntado por el PP y por la renuncia de María San Gil a participar en la ponencia política.

Tras señalar que él no se considera un experto en cuestiones relativas al PP, el jefe del Ejecutivo ha apuntado que «son tantas las cosas que pasan cada día que cualquier opinión puede ser desmentida al día siguiente», por lo que ha preferido no revelar la suya. A su juicio, incluso para los expertos en el análisis político no es sencillo opinar sobre la situación actual del Partido Popular.

Menos elusivo e irónico, el secretario de organización del PSOE, José Blanco, aseguró no estar sorprendido por la decisión de San Gil, porque, dijo, en el PP «hay mucho mar de fondo» y «la solución a la búlgara que quiere impulsar Rajoy no va a ocultar los problemas». En su opinión, «al PP «le vendría bien dar voz a su gente» y que fuera ésta quien resolviera «los problemas de liderazgo y de fondo que tiene».

Desde IU, su coordinador general, Gaspar Llamazares, aseguró que la decisión de San Gil transmite la «impresión» de que los populares se encuentran ante «un cambio de estrategia». A su juicio, en esta legislatura el PP necesita «otro tipo de dirigentes» distintos a los «fieles escuderos» con los que contó durante los últimos cuatro años.