Madrid

Dos meses después de la derrota electoral del PP, José María Aznar ha roto su silencio sobre la crisis interna de su partido. El ex presidente tuvo ayer una intervención que bien podría ser una hoja de ruta para Rajoy. «Siempre hay que procurar jugar con los mejores», aseveró Aznar, que rechazó además la práctica del «tacticismo» en política y que defendió la necesidad de «dar la batalla» y no «dejarse llevar».

La Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) que preside el propio Aznar organizó un acto dedicado al décimo aniversario del euro al que asistieron Esperanza Aguirre y Manuel Fraga. Aznar pronunció un discurso plagado de apelaciones a la defensa de los principios, la necesidad de generar confianza y de contar los mejores equipos.

«Siempre hay que procurar jugar con los mejores y además tener la voluntad y la decisión de llamarles y de agruparlos en torno a un gran proyecto», proclamó Aznar, que con esta frase pareció situarse con los que presionan a Rajoy para que en sus ánimos de «renovación» no olvide introducir en su equipo a algún que otro veterano, algo que no ha sucedido en el Grupo Popular. Aznar aseguró que el proyecto político del PP funcionó entonces porque era «nacional, reformista y abierto».

El ex presidente definió a su formación por aquel entonces como un partido «impulsor del bienestar», «comprometido con la libertad y la igualdad de todos los españoles» y «decidido y capaz de liderar la derrota sin transacciones del terrorismo». A esto añadió que el PP volverá a funcionar «en el futuro» si apuesta por «la renovación de la apuesta por la libertad y la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley», por «la confianza en la nación española» y por una política económica «de estabilidad y reformas».

Aznar reivindicó la apuesta sin complejos por los propios principios y por no «poner excusas» y conformarse ante las circunstancias, como en su momento el PP se negó a aceptar «la España resignada a jugar en segunda división». Las herramientas fueron «un fuerte liderazgo político», un equipo de gobierno «cohesionado e integrado por los mejores» y «por encima de todo, sólidas convicciones en nuestros principios, en nuestros valores, nuestros objetivos y nuestras políticas».

Aznar instó a no acomodarse a la situación, adaptarse al paisaje, dejarse llevar, porque es «muy fácil». «Quiero recordar que en la vida política, entonces y ahora, es decir, siempre, la confianza y la defensa de los principios siempre es esencial», dijo.

Esos principios son los «valores constitucionales, éticos y democráticos» y la búsqueda de «la integración y la suma en torno a objetivos compartidos», remachó Aznar. «Pienso que ambos principios de actuación expresan convicciones ganadoras, definen una opción clara a la que el electorado puede dar su confianza, alejan el sectarismo y preservan la política frente al tacticismo», afirmó.

Por último el PP vasco acordó anoche, por 28 votos a favor, 32 abstenciones y un voto en contra, adelantar a julio el congreso regional respaldando así la propuesta de su presidenta, María San Gil, quien no aclaró si se presentará a la reelección.