Madrid

El juez Fernando Grande-Marlaska acusó ayer a cinco altos mandos militares de un delito de homicidio por imprudencia grave y les cita a declarar en relación con las supuestas irregularidades en la contratación del Yak-42, que se estrelló en Turquía en 2003 con 62 militares a bordo.

Los cinco mandos, para quienes el fiscal Fernando Burgos solicitó el lunes su imputación, fueron convocados para ser interrogados los próximos 23 y 24 de junio, informa «Efe». El delito que se atribuye a los mandos militares, está castigado con una pena de uno a cuatro años de cárcel.

Por otra parte, el juez de la Audiencia Santiago Pedraz citó a declarar como testigos a los ex ministros de Defensa, Federico Trillo, y de Exteriores, Ana Palacio, en relación con la investigación por la muerte del cámara de televisión José Couso en Bagdad, el 8 de abril de 2003. Con esta decisión, el magistrado reactiva la causa después de que la Sala de lo penal de la Audiencia revocara el procesamiento de los tres militares de EE UU implicados en la muerte del cámara. El juez ofrecerá a Trillo declarar por escrito mientras que Palacio tendrá que acudir a la Audiencia.