Madrid

El secretario de organización del PSOE, José Blanco, manifestó ayer que el líder del PP, Mariano Rajoy, está probando «la misma medicina» que utilizó la pasada legislatura para «atacar» al Gobierno y «dividir» a la sociedad, una «radicalidad» que ahora usan «desde dentro del PP» contra él.

Blanco hizo estas consideraciones en un discurso pronunciado en la apertura del comité federal de las Juventudes Socialistas, donde recordó, aunque sin querer dar «consejos» al PP para resolver su crisis, el valor que tuvieron las primarias en el PSOE, y que llevaron a José Luis Rodríguez Zapatero al frente del partido.

En opinión de Blanco, desde el interior del PP están usando el terrorismo, las víctimas y las concentraciones callejeras para atacar a Rajoy, una estrategia que le suena a «más de lo mismo», porque es la que él antes siguió para atacar al Gobierno, «dividir la sociedad española y crispar la vida política».

«La misma radicalidad que Rajoy utilizó para atacar al Gobierno de España, para dividir a la sociedad española, para crispar la vida política, la están utilizando desde dentro del PP para atacar a Rajoy», proclamó ante los dirigentes de Juventudes Socialistas, con la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, como invitada.

Preocupado, dijo, por el «fondo» y la explicación a la crisis interna del PP, Blanco cree que su líder es ahora víctima de los mismos «métodos y medios» que él empleó contra el PSOE, de manera que «está probando la misma medicina que ha estado suministrando a la sociedad española» en los últimos cuatro años. Con todo, dejó claro que para los socialistas «lo mejor es que Mariano Rajoy continúe mucho tiempo al frente del PP».

Frente a la situación del PP, que «no es capaz de entender este nuevo país que ha cambiado tanto», Blanco presentó al PSOE como un partido que «sabe a dónde va» y que está en «permanente cambio», con los jóvenes como uno de sus principales avales.

Así, esgrimió una encuesta según la cual en las últimas elecciones generales el PSOE aventajó en 16 puntos al PP en el tramo de edad comprendido entre los 18 y los 25 años, una prueba, dijo, de que «siempre son los jóvenes los motores del cambio».

Por su parte, el portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, opinó que la situación «muy crítica» por la que atraviesa el PP «introduce un factor de debilidad» en este partido que «indudablemente complica la toma de acuerdos», entre ellos el necesario pacto para renovar de los órganos constitucionales, informa «Efe».

No obstante, el dirigente socialista afirmó que, cuando se trata de las instituciones del Estado, como el Consejo General del Poder Judicial o el Tribunal Constitucional, el PP tiene que hacer un «esfuerzo» para que, «sea cual sea su situación interna», pueda llegar a consensos que, en definitiva, «benefician al país» y a sus ciudadanos.

El PSOE y el PP abrieron negociaciones para renovar ambos órganos nada más comenzar la legislatura y acordaron ponerse como límite el primer período parlamentario de sesiones, que acaba antes del verano.

«Esperamos que el PP, que declaró su voluntad de ir a esas renovaciones, acompañe esta voluntad con hechos», insistió el portavoz socialista.

A su juicio, la «voluntad de los socialistas» para lograr un pacto «está fuera de cualquier duda» y es el PP el que tiene que «saltar» sobre su situación coyuntural. De hecho, Alonso dijo que para la «estabilidad del sistema político» es importante que un partido como el PP «tenga una cierta estabilidad interna que le permita llegar a acuerdos».

Desde las filas populares, el portavoz en el Parlamento vasco, Leopoldo Barreda, aseguró que «la mayoría» de los integrantes de su formación no ha entendido «las razones» de María San Gil «en los términos en que ella los expresa» para abandonar la presidencia del partido, porque, añadió, «no hemos entendido que haya ningún motivo de desconfianza» en Rajoy.