Vitoria, Efe

El lendakari Ibarretxe entregó ayer al Parlamento vasco el proyecto de ley que regula la consulta soberanista sobre el futuro del País Vasco, mientras el PCTV, cuyo apoyo será decisivo para la aprobación del mismo, no ha desvelado su voto.

Si el proyecto de ley es aprobado por la Cámara de Vitoria, el Gobierno recurrirá al Tribunal Constitucional para que suspenda la consulta. El líder del PP, Mariano Rajoy, anunció ayer que su partido, que también recurrirá el proyecto presentará asimismo un recurso con la firma de 50 diputados de su grupo parlamentario.

El colectivo Manos Limpias ya ha interpuesto un recurso contencioso basado en que el Gobierno vasco es «incompetente» para tomar la decisión de convocar una consulta.

La mayor novedad de lo conocido ayer es que el proyecto de ley sostiene que la convocatoria de la consulta no necesita de la autorización del Estado para celebrarla porque no se trata de un referéndum vinculante. Además, prevé un procedimiento similar a la celebración de unas elecciones, con la participación de organismos de la Administración central, como la oficina del censo.

El proyecto de Ibarretxe será votado en un Pleno el 27 de junio, cuando su aprobación dependerá de la posición del PCTV. Los parlamentarios proetarras consideraron la propuesta de consulta como un «trágala, un lo tomas o lo dejas», pero dejaron claro que aún no han decidido el sentido de su voto, aunque dijeron que estarán a la altura de las circunstancias y que actuarán con responsabilidad. Si es aprobado y antes el TC no lo suspende, Ibarretxe convocaría mediante un decreto el 15 de septiembre la consulta, y a partir de ese día empezarían a correr los plazos electorales, hasta el 25 de octubre, fecha de la consulta.

Rajoy dijo ayer el problema no es el derecho a decidir de los vascos, tal y como plantea Ibarretxe, sino que «pretende que el resto de los españoles no puedan decidir sobre un asunto que concierne a una parte de su país». El socialista José Blanco acusó al Lendakari de hacer un texto a medida de los proetarras y de iniciar una «campaña de propaganda planteando un choque entre demócratas».

Gaspar Llamazares dijo desde Oviedo que IU ve con «normalidad democrática» la consulta, aunque pidió incluir la «condena expresa y directa» a ETA. El nacionalismo catalán cerró filas para defender la consulta vasca. Los dos socios de Ibarretxe, -Azkarraga (EA) y Madrazo (EB)- acusaron a Zapatero de trasladar el «terrible mensaje de que sólo negociará con ETA» el derecho a decidir.