Madrid, Agencias

El presidente Zapatero afirmó ayer que el Gobierno no tiene «ninguna intención» de subir impuestos, aunque precisó que «si hay que tomar alguna medida, será coyuntural y muy moderada».

«Estamos en un momento de presión fiscal muy razonable», declaró Zapatero, quien explicó que el objetivo es que siga siendo moderada, por lo que prometió que no habrá ninguna decisión en materia impositiva que suponga volver a los tiempos en los que la presión fiscal era del 34 por ciento.

Tras destacar que la recaudación disminuye cuando el crecimiento es negativo, el Presidente dijo que su Gobierno ha bajado los impuestos por importe de 20.000 millones, lo que equivale a dos puntos del PIB (producto interior bruto).

Zapatero descartó que vaya a convocar elecciones anticipadas y aseguró que trabaja por «agotar la legislatura» porque cree que es «bueno cumplir los mandatos». «Salvo circunstancias excepcionales, es lo que debo hacer», aseguró. El Presidente advirtió de que ahora hay dos grandes asuntos por los que trabajar: la crisis y la Presidencia de turno de la Unión Europea.

De hecho, aprovechó para hacer «un llamamiento a todas las fuerzas políticas» para que «redoblen su actitud de colaboración y entendimiento con el Gobierno en la lucha contra la crisis económica». Zapatero restó importancia a las dificultades del Grupo Socialista en el Congreso y destacó las ventajas que, a su juicio, tiene la situación actual de su partido. Así, tras asegurar que la ausencia del «rodillo» de una mayoría absoluta tiene «una parte positiva», destacó que el PSOE puede mantener los «compromisos» de su programa porque no tiene un pacto con otro grupo que los pueda «trastocar».

El Presidente explicó que aunque las minorías son «plurales» y algunas veces «cuesta» llegar a acuerdos, los «temas fundamentales» se están «sacando» adelante gracias a un «esfuerzo de diálogo. Por su parte, el popular Antonio Basagoiti criticó la falta de generosidad de Zapatero y Patxi López, que el miércoles debieron haber agradecido al PP que arrime el hombro en el País Vasco.