Madrid

Después de que el presidente Barack Obama mencionara a España como modelo en las energías renovables, Gabriel Calzada, un economista de 37 años al que se relaciona con el ex presidente José María Aznar y se le vincula al «lobby» petrolero de Exxon Mobil, elaboró un informe en inglés destinado a Estados Unidos para demostrar que el modelo español es catastrófico.

El estudio, con membrete de la Universidad Rey Juan Carlos, pero elaborado por tres miembros del Instituto Juan de Mariana, se benefició de toda la red de contactos de FAES y ha tenido un gran impacto. Calzada, que lidera el grupo negacionista del cambio climático, culpó a las energías renovables del estallido de la «burbuja española».

«Es muy difícil comprender que EE UU quiera aprender cómo crear empleo de un país como España», afirmó en Fox News, mientras el presentador, Glenn Beck, se burlaba de Zapatero. Obama ya no se refiere a las renovables españolas.

El efecto es tan devastador que obligó a la Secretaría de Estado sobre el Cambio Climático a redactar un contrainforme y remitirlo al Congreso estadounidense. La Fundación Ideas, del PSOE, también trató de contrarrestar su incidencia a través del Center for American Progress (CAP), «think tank» próximo a los demócratas.

«Se ha perjudicado mucho a la industria española», se lamenta en declaraciones en «Público» la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA). Javier García Breva, uno de sus directivos, explica que «hemos creado una industria nacional con tecnología propia y ahora se daña su imagen». El informe amenaza contratos multimillonarios.