Oviedo / Madrid

«Vengo a sudar la camiseta como uno más», exclamó Manuel Pizarro, cuando en 2008 Mariano Rajoy lo presentó públicamente en la sede de Génova, en plena campaña electoral, en la que se enfrentó con el entonces vicepresidente económico, Pedro Solbes, en un debate que le fue adverso.

Con la derrota del PP, Pizarro no ocupó ningún cargo de responsabilidad en la dirección del partido, pese a que las quinielas lo situaban en la coordinación del área económica. Rajoy se olvidó de él y encargó esa misión a Cristóbal Montoro. Tras meses calentando el banquillo, fue nombrado portavoz del Grupo Popular en la Comisión Constitucional, sólo después de que Trillo abandonara un puesto, donde Pizarro no ha tenido relevancia alguna.

Desde hace tiempo se venía comentando la posibilidad de que renunciase a su escaño e, incluso, su nombre sonó para la presidencia de Caja Madrid, que al final ha sido para Rodrigo Rato. En julio del año pasado, Pizarro dio a entender en un coloquio que no tenía mucho interés en hacer carrera política.