Palma de Mallorca, B. PALAU y J. F. MESTRE

El ex presidente balear tuvo que explicar ayer tarde cuál fue su intervención durante las obras del polémico velódromo Palma Arena, cuya construcción prácticamente ha doblado el presupuesto inicial. Matas tiró balones fuera y apuntó directamente a sus subordinados en la estructura del anterior Govern.

El ex ministro incluso fue mucho más lejos, acusó directamente al ex director general de Deportes, Pepote Ballester, de ser el responsable de todas las decisiones políticas y técnicas que se tomaron durante el proceso de construcción y, por tanto, también de que el presupuesto se disparara, según informa «Diario de Mallorca», del mismo grupo editorial de LA NUEVA ESPAÑA.

A Matas se le fue mostrando cada una de las actas que se fueron redactando en la Fundación Illesport y que correspondían a las reuniones que se mantuvieron durante el proceso de construcción. En muchas de estas actas aparece el nombre y la firma del ex presidente, por lo que teóricamente asistió a dichas reuniones y después colocó su rúbrica para demostrar que había estado presente. Sin embargo, Matas no reconoció ayer ninguna de las firmas de dichas actas. Explicó que estaban muy borrosas y, por tanto, no las podía identificar.

Sin embargo, aclaró que sólo asistió a la primera de las reuniones, en la que se creó formalmente el consorcio que se encargaría de impulsar la construcción del velódromo. Al no reconocer el resto de firmas, Matas insinuó que habían sido falsificadas y, sin acusar a nadie, indicó que él era el primer interesado en saber lo que había ocurrido con estas actas.

También se le preguntó sobre la actuación de Pepote Ballester, a quien hace poco le han diagnosticado una grave enfermedad. Matas lo calificó de «ministro de Deportes» y explicó que tenía autoridad para tomar todas las decisiones que considerara necesarias para que el proyecto saliera adelante. Negó, por tanto, que tuviera una intervención personal en el desarrollo de las obras, desmintiendo a sus colaboradores más estrechos que han afirmado ante el juez que el ex presidente se implicó en el proyecto y que había ordenado que se hiciera lo que fuera necesario para que el velódromo estuviera terminado a tiempo.

Matas señaló que no conocía de nada a Jorge Moisés, pero que recordaba que lo había propuesto Pepote Ballester para que fuera el gerente. También recordó que la contratación del arquitecto alemán Schurmann fue propuesta por Ballester, aunque quiso aclarar que su nombramiento había sido aconsejado por la Unión Ciclista Internacional.