El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón defendió hoy su "inocencia absoluta" y la "regularidad" de su actuación en la investigación que abrió en relación con las desapariciones durante el franquismo, aunque aseguró que no teme sentarse "en el banquillo de los acusados". "Aunque a algunas personas, muchas o pocas, les gustaría ver esa imagen, me defenderé y demostraré la inocencia que siempre ha presidido mi actuación", dijo.

Garzón valoró de este modo, en declaraciones a los periodistas antes de ofrecer una conferencia en Sevilla, la decisión de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo de rechazar su recurso contra el auto dictado en febrero por el magistrado de este órgano Luciano Varela en el que se exponían los motivos para sentarle en el banquillo por una presunta prevaricación.

De esta forma, el juez precisó que aún no ha leído el auto emitido esta mañana por el Supremo donde se ha desestimado el recurso de apelación que había planteado en su defensa y que conocía dicha desestimación por su abogado, de forma que precisó que "por lo que sé, el auto no entra a valorar ninguno de los argumentos que habíamos planteado".

Garzón defendió que su recurso estaba "muy fundamentado, con argumentos de fondo, de forma, con alegación de jurisprudencia internacional", una serie de elementos que "al parecer no han sido valorados por el tribunal en ese momento, al entender que no es el momento todavía de hacer esa valoración", aunque precisó que "en algún momento tendrá que pronunciarse y que habrá que esperar a conocer la próxima resolución del juez instructor.

Agregó en ese sentido que hay una serie de cuestiones planteadas, como unas diligencias de prueba pedidas "que no han sido resueltas todavía, pero que en los próximos días deberá pronunciarse".

Ante esto, Garzón aseguró que seguirá defendiendo "la inocencia absoluta y la regularidad en mi actuación", algo que sigue "manteniendo", por lo que espera y confía en que "ello quede bastante claro".

El juez asume el rechazo de su recurso "no con agrado", aunque reconoció que no le queda "más remedio", tras lo que mostró su confianza en que "quedará clara cuál ha sido la acción y la actuación y la interpretación de unas normas que son defendidas no sólo por mí sino por muchos otros juristas".