Oviedo, Luis MUÑIZ

El presidente valenciano, el popular Francisco Camps, volverá a ser investigado por los regalos que él y otros altos cargos de la Generalitat y el PP de la comunidad recibieron de la «trama Gürtel». Así se lo ordenó ayer el Tribunal Supremo (TS) al Tribunal Superior de Justicia de Valencia (TSJCV) al estimar, por unanimidad, un recurso presentado por la fiscalía y el PSPV-PSOE contra la decisión de archivar la causa acordada por el tribunal valenciano el pasado agosto.

Con esta resolución, el Supremo reabre el conocido como «caso de los trajes» y devuelve las actuaciones al juez instructor, José Flors, que tendrá que continuar su tramitación, por el trámite del jurado, no sólo contra Camps, sino también contra el ex secretario general del PP de la comunidad Ricardo Costa, el ex vicepresidente del Gobierno valenciano Víctor Campos y el ex jefe de gabinete de la Consejería de Turismo Rafael Betoret. Todos ellos están acusados de aceptar regalos de Orange Market, una de las empresas de la trama dirigida por Francisco Correa.

En agosto de 2009, el TSJCV archivó la causa contra Camps y los otros tres altos cargos valencianos al considerar que los «agasajos» que recibieron no guardan ninguna relación con la adjudicación de contratos públicos a la empresa.

El Tribunal Superior valenciano -que estimó los recursos de los cuatro imputados contra el auto en el que Flors había decidido seguir adelante con el proceso- argumentó que ninguna conclusión extraída de la fase de instrucción puede tener el grado de «certeza», ya que «no cabe descartar otras posibles versiones de los hechos», como las sostenidas por los imputados. Además, concluyó que tampoco había constancia «de que los agasajos fueran la causa determinante de esa concreta adjudicación». Sin embargo, el auto del TSJCV contó con el voto particular de uno de los jueces, Juan Montero, que cuestionó la interpretación que sus dos compañeros (el presidente del tribunal, Juan Luis de la Rúa, y José Francisco Ceres Montés) habían dado al artículo 426 del Código Penal (sobre el delito de cohecho impropio) y dijo no estar «convencido» de que los hechos no fueran constitutivos de delito, según informa «Efe».

Camps se declaró «absolutamente inocente» de los hechos que se le vuelven a imputar y dijo que cuenta con el apoyo «incondicional» del líder del PP, Mariano Rajoy, que ayer mismo le fue reiterado por teléfono. Además, atribuyó a los informes policiales sobre este asunto la «intención maligna» de sembrar «sombras» sobre el PP y la Generalitat.

El presidente valenciano declaró su inocencia al término de la reunión urgente de la ejecutiva del PPCV, la primera que se convoca desde el pasado 13 de octubre y que significó la salida de Costa. A su llegada al cónclave, acompañado por la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, Camps fue recibido con aplausos, pero también hubo ausencias; la más significativa, la del presidente del PP alicantino, Joaquín Ripoll, del llamado sector «zaplanista» del partido, opuesto a Camps.

El «apoyo incondicional» que, según Camps, recibió ayer de Génova consistió en una escueta frase del responsable de comunicación del PP, Esteban González Pons. «El PP de la Comunidad Valenciana tiene todo el respaldo del PP de toda España en este momento», dijo. A lo que añadió este recordatorio: que, cuando el TSJCV decidió el archivo de la causa «el presidente Camps no tenía la condición de imputado y, por lo tanto, si la causa vuelve a su estado anterior al archivo, sigue sin tener la condición de imputado», informa «Europa Press».

El «número dos» del PSOE, José Blanco, retó a Rajoy a decir si sigue apoyando a Camps. El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, recomendó al líder del PP no hablar de financiación de partidos. La vicepresidenta De la Vega dijo, irónicamente, que «no hay bastantes trajes en Valencia para tantos asesores». El PSPV exigió al presidente valenciano que dimita.