Vigo, J. P.

-¿Qué haría con las pensiones?

-No las tocaría. Es uno de los grandes pactos nacionales que daba seguridad. Yo las quitaría del debate político. La Seguridad Social todavía tiene superávit y los 1.500 millones que se ahorrarán podrían salir de otras partidas.

-¿Se pueden generar ingresos sin aumentar la presión fiscal?

-Absolutamente. La clave es que haya actividad económica y se cree empleo, porque la gente deja de cobrar el seguro del paro y empieza a pagar impuestos. Nuestras bajadas en el 96, 97 y el 98 crearon cinco millones de puestos esos años y los siguientes, y la recaudación aumentó de manera espectacular.

-Pese a la polémica del IVA, según el Gobierno, en julio se descarta un efecto negativo.

-En el sector del automóvil se notó. Es verdad que había terminado el plan de ayudas, pero ocurrió. El problema puede venir en septiembre u octubre. La primera partida de gastos del Estado es el seguro de desempleo, que este año es de 34.000 millones de euros. Y la segunda, los intereses de la deuda.

-Pero la deuda es un mal de todas las administraciones, sin distinciones entre los partidos.

-Sí, pero en los dos últimos años creció más de 20 puntos por una política de gastos brutal. Mi propuesta es prohibir el déficit y marcar un techo de endeudamiento y gasto a las administraciones autonómicas. Eso puede hacerlo el Estado y no ha querido.

-¿Gravaría más a las rentas altas?

-Hoy no. España está por encima de la media europea en Sociedades e IRPF y las llamadas rentas altas son muy pocas. Aumentar el tipo máximo del IRPF no producirá mayores ingresos al Estado.