Madrid, Efe

El Gobierno dio ayer por superado el incidente con Marruecos después de la agresión sufrida el pasado sábado en El Aaiún por un grupo de activistas españoles, que se sienten traicionados y califican de «vergonzoso» el comportamiento del Ejecutivo.

El secretario de Estado de Exteriores, Juan Pablo de Laiglesia, aseguró que el Gobierno ve «superado» el incidente con Marruecos, que acepta las explicaciones de ese país y que no prevé llamar a consultas a su embajador.

De Laiglesia dijo que el Ejecutivo da por buena la versión del Gobierno marroquí, ya que «carece de elementos para avalar las opiniones de los activistas», a quienes no lesionaron los policías, sino «grupos que no eran partidarios» de la manifestación en favor del pueblo saharaui en la que participaban.

Según el secretario de Estado, no hay elementos que avalen que las heridas fueron causadas por agentes marroquíes, como mantienen los once agredidos. «Lo que está fuera de duda es que los activistas participaron en una manifestación ilegal en la que se produjeron una serie de altercados y, como resultado de ellos, algunos tuvieron lesiones», relató.

Mientras tanto, los activistas de la asociación SaharAcciones denunciaron el comportamiento «vergonzoso» del Gobierno, que, a su juicio, no sólo ha traicionado al pueblo saharaui, sino también al pueblo español, que respalda en su gran mayoría la causa saharaui. Los activistas retaron al Ejecutivo de Rodríguez Zapatero a decir si reconoce la legitimidad de la ocupación marroquí en el Sahara.

«No tenemos ninguna esperanza en el Gobierno español, confiamos en los ciudadanos libres, en la prensa libre y en que la presión internacional logre cambiar el rumbo del Sahara junto con la presión de los saharauis», explicaron.

Los activistas recabaron los partes médicos en los que se reflejan policontusiones pero sin daños internos, con los que acompañarán las denuncias que tienen previsto presentar ante la Subdelegación del Gobierno y, eventualmente, en los tribunales.

La activista saharaui Aminetu Haidar mostró su agradecimiento y «profunda» solidaridad con los activistas españoles agredidos en El Aaiún y aseguró que el Gobierno marroquí no respeta al Ejecutivo español ni a sus ciudadanos.

Sin embargo, la secretaria de Política Internacional del PSOE, Elena Valenciano, advirtió de que el Gobierno «difícilmente puede proteger» a los españoles en otro país si se dedican a «actividades que no son legales», como participar en «una manifestación no autorizada».

Valenciano subrayó que todo el mundo debe tener «un poco de cuidado» al participar en una actividad reivindicativa, porque es «completamente razonable» que se reclame el respeto a los derechos humanos, «pero hay que hacerlo con la ley en la mano».