Oviedo / Madrid,

M. MARTÍNEZ / Agencias

Los nombramientos de Valeriano Gómez y Rosa Aguilar como ministro de Trabajo y de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, respectivamente, han sido interpretados como un claro guiño a la izquierda y un intento del secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de «amarrar» internamente a su propio partido, que hace tiempo que le reclamaba un giro a la izquierda, sobre todo, desde las filas más veteranas.

Zapatero necesita recuperar el diálogo y el entendimiento con los sindicatos, y Gómez, afiliado a la UGT y ex secretario de Estado de Empleo, puede ser el puente que le permita llegar a ellos. Por su parte, Aguilar, ex dirigente de IU y mano derecha de Julio Anguita, ex coordinador general de esta formación política, representa el intento de buscar la forma de atraer algún voto de la izquierda descontenta. Y es que el nuevo Ejecutivo, «más político y más comunicativo», necesita ser «más de izquierdas» de cara a las elecciones autonómicas, previas a las nacionales.

Valeriano Gómez se ha convertido en Ministro de Trabajo después de que el 29 de septiembre participase en la manifestación contra la reforma laboral. Zapatero defendió ayer su experiencia y su valía, y aseguró que ha escuchado a Gómez defender ese proyecto con claridad y contundencia. Es más, añadió que, como miembro del gabinete asesor en Ferraz, fue uno de los expertos que «más papeles» le aportó, pero eludió comentar que a Gómez no le gustó cómo se hicieron las cosas y reclamó diálogo con los sindicatos.

Y es que Valeriano Gómez sabe de reformas laborales, porque él logró pactar con patronal y sindicatos la de 2006, con Jesús Caldera como ministro de Trabajo en el primer Gobierno de Zapatero. Fue la etapa de la subida del salario mínimo interprofesional y el proceso de regularización de inmigrantes.

La papeleta que Gómez tiene sobre la mesa es más que complicada. Tiene que recuperar el diálogo con los sindicatos, desarrollar la reforma laboral, negociar la reforma de las pensiones en el marco del Pacto de Toledo, impulsar las políticas activas de empleo y lograr que patronal y sindicatos logren echar a andar el diálogo social. «Vengo con ganas de aportar mi grano de arena en la solución de la crisis y en la búsqueda de soluciones al principal problema que tiene la sociedad española, que es el alto nivel de desempleo», afirmo Gómez ayer.

Rosa Aguilar es la otra protagonista del guiño a la izquierda. La hasta ayer consejera de Obras Públicas y Vivienda de la Junta de Andalucía fue la mano derecha de Julio Anguita y de Gaspar Llamazares en la dirección de IU, pero acabó por ser el «verso suelto» de la coalición, que abandonó al estar más próxima al Gobierno central en numerosas cuestiones. Ayer se mostró «satisfecha y orgullosa» de su nuevo cargo y subrayó su «plena identificación» con el proyecto de Zapatero.

Arroyo del Ojanco, Jaén (1957). El nuevo ministro de Trabajo fue asesor de Trabajo entre 1988 y 1994, con Felipe González como presidente del Gobierno. Entre 1994 y 1997 fue el máximo responsable de liquidar la cooperativa de viviendas PSV, el fracasado proyecto de UGT, en el que resultaron afectadas 20.000 familias. En 2006 dimitió como secretario de Estado de Empleo y desde entonces ha ocupado distintos cargos en la Fundación Ortega y Gasset y en el Consejo Económico y Social (CES).

Córdoba (1957). La ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino es licenciada en Derecho. Trabajó en CC OO y tiene una larga trayectoria en la dirección nacional de IU, participando en su refundación. En 1993 fue elegida diputada nacional por Córdoba, y durante dos legislaturas ejerció como portavoz de IU. En 1999 se convirtió en la primera mujer que llegaba a la Alcaldía en Córdoba. Dejó IU y en abril de 2009 aceptó la oferta de José Antonio Griñán para ser consejera en el Gobierno andaluz.