El candidato socialista Alfredo Pérez Rubalcaba instó ayer a sindicatos y empresarios a sentarse a negociar con «carácter urgente» para pactar una nueva «política de rentas» que modere salarios y beneficios al servicio de la creación de empleo y de la competitividad. El ex vicepresidente consideró que ese acuerdo es necesario «ya» y por ello se lo planteará al Gobierno. Mientras, ha encargado a Oscar López (líder del PSOE castellano-leonés) la coordinación de la conferencia política de otoño que aprobará el programa socialista.

Tras dar su respaldo a las medidas anunciadas ayer por la vicepresidenta, Elena Salgado, para el control del déficit, Rubalcaba exigió «hacer algo más» y consideró «enormemente importante» una concertación en política de rentas. «Se trata de que salarios y beneficios se moderen al servicio de la creación de empleo y la competitividad», dijo.

Rubalcaba propuso revisar los acuerdos entre los agentes sociales para 2011 y 2012, firmados cuando la coyuntura económica era «drásticamente» diferente, para adecuarlos a la realidad actual. El candidato socialista declinó pronunciarse sobre el papel de Alemania en la crisis, pero incidió en que España «tiene, de todas las maneras, que hacer sus cosas»: cumplir los objetivos de déficit, completar la reestructuración del sistema financiero, poner en marcha medidas para traducir el crecimiento en empleo y que las autonomías respeten el techo de gastos.

El candidato rechazó adelantar las elecciones generales al primer domingo de octubre como exigen el PP y CiU. En cuanto a las declaraciones de José Bono y de Guillermo Fernández Vara a favor de que populares y socialistas gobiernen juntos para salir de la crisis, Rubalcaba las consideró «sugerencias de carácter general y opiniones personales» y puntualizó que lo que él quiere es máximo consenso sobre las medidas económicas que se adopten.

Su apelación al diálogo social para pactar la moderación de salarios y beneficios fue criticada por UGT y ninguneada por el PP, que lo acusó de «sacar otro conejo de la chistera para desviar la atención» con «una propuesta evanescente» ya que la reforma de la negociación colectiva está en el Congreso.

El PP volvió a reclamar un día más un nuevo adelanto electoral cuando una encuesta le sitúa ocho puntos por encima del PSOE con un 44,2 por ciento que lo coloca en el entorno de la mayoría absoluta. Rajoy mejoraría en más de 4 puntos los resultados de 2008 y Rubalcaba perdería casi 8, para caer al 36%.

CiU, por su parte, instó a Zapatero a que no siga con los brazos cruzados y ultime de una vez las reformas pendientes, porque de lo contrario no tendría sentido esperar al 20-N. Para el PNV, el Gobierno está haciendo lo que puede frente a la crisis, aunque duda si será suficiente.

El ex vicepresidente Alfonso Guerra se mostró contrario al adelanto electoral. «Yo hubiera ido a marzo», dijo, para tachar de «espantosa» la candidatura de Rajoy. «Es como si en el colegio a un niño que le ponen un dos le hicieran director», añadió.