La ministra de Defensa, Carme Chacón, ha defendido este jueves los "importantes retornos" económicos que obtendrá España por acoger cuatro buques estadounidenses dotados con el sistema de defensa antimisil AEGIS en la base naval de Rota y, aunque ha evitado pronunciarse sobre las críticas de Moscú al acuerdo alcanzado ayer por España y Estados Unidos, ha recordado que los aliados por "unanimidad" acordaron en la cumbre de Lisboa de 2010 dotarse de "una capacidad nueva que era la defensa antimisiles balísticos".

"La única novedad es que España ha sido elegida para albergar la instalación naval más importante de esa defensa antimisiles. Eso significa que España refuerza geoestratégicamente su posición a las puertas del Mediteráneo y que refuerza sus lazos con la defensa aliada y con los Estados Unidos", ha explicado Chacón en declaraciones a la prensa en los márgenes de la reunión de ministros del ramo de la OTAN.

Chacón ha defendido además los "importantes retornos para España" derivados del acuerdo no sólo en términos de seguridad para los ciudadanos españoles sino en términos de la creación de empleos directos e indirectos en la Bahía de Cádiz --unos mil, según anticipó ayer el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al anunciar el acuerdo--, así como en términos de "inversiones y transferencia tecnológica".

La ministra de Defensa ha recordado que el presidente ruso, Dimitri Medvedev, "estuvo en Lisboa" cuando los aliados acordaron impulsar la defensa antimisil y ha insistido en que "la novedad es que España ha sido elegida geoestratégicamente como el país que mejor podía albergar esta instalación naval de la defensa antimisiles".

"Eso nos refuerza a nosotros como país geoestratégicamente, como país base a las puertas del Mediterráneo pero, sobre todo, lo que tiene para España son retornos muy importantes en empleo, inversiones, en transferencia de tecnología. Por lo tanto, es una muy buena noticia", ha concluido la ministra.

Zapatero anunció ayer que Estados Unidos desplegará en 2013 cuatro destructores dotados con el sistema AEGIS y 1.100 militares --aunque sumando sus familias se espera la llegada de 3.400 estadounidenses-- en la base naval de Rota, en Cádiz, que se convertirá en "sede" naval del escudo antimisiles que Estados Unidos y la OTAN quieren poner en marcha para hacer frente a la "creciente amenaza" ataques balísticos de países como Irán o Corea del Norte. Asimismo, destacó el impacto socioeconómico "muy positivo" para España y sobre todo para la Bahía de Cádiz.

Según fuentes de Moncloa, el Gobierno calcula que la inversión estadounidense en nuevas infraestructuras para sus militares se elevará a "entre cinco y seis millones de euros" y el impacto socioeconómico por el coste de vivir en España de los 1.100 militares y sus familias ascenderá a unos 51 millones de euros anuales. Además, espera que el impacto en la contratación de servicios, incluido de mantenimiento, alcancen los 8,5 millones de euros al año.

El secretario de Defensa estadounidense, Leon Panetta, aseguró ayer que "albergando estos barcos, España continuará con un papel crucial para reforzar la seguridad en la región" y precisó que además de formar parte del escudo antimisil los buques estadounidenses "harán otras misiones importantes" como participar en los grupos permanentes marítimos de la OTAN, en ejercicios navales, visitas a puertos y otras actividades de cooperación y, también, "permitirá un apoyo de respuesta rápido" a los mandos militares estadounidenses de África (AFRICOM) y el mando central (CENTCOM) "cuando sea necesario".

El Gobierno ruso ha calificado este jueves de "inaceptable" el acuerdo y ha advertido de que la adopción de este tipo de decisiones, "sin una discusión previa", pone en peligro el acercamiento de posiciones entre Rusia y la Alianza en lo referente al escudo antimisiles, en un comunicado del Ministerio de Exteriores.

La OTAN y Rusia esperan alcanzar un acuerdo en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza el próximo mayo en Chicago para cooperar en el ámbito de la defensa antimisil, aunque el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ha dejado claro que la cooperación sólo será posible sobre la base de "dos sistemas independientes, pero integrados".