Madrid

Iñaki Urdangarín engañó al Rey con la fundación para niños discapacitados. El esposo de la Infanta Cristina abandonó el Instituto Nóos el 14 de junio de 2006 ante las advertencias de la Zarzuela, quien le aconsejó que se fuera al extranjero a trabajar por cuenta ajena.

Sin embargo, seis meses después, en diciembre de 2006, el duque de Palma creó con su socio Diego Torres la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social para niños discapacitados y enfermos de cáncer, cuando ya había sido nombrado consejero de Telefónica Internacional.

La Casa del Rey creía entonces que Urdangarín ya había abandonado sus actividades después de la gestión del asesor externo del Rey, Romero Moreno, quien le había instado a abandonar todos sus negocios tras haberse descubierto que se lucró a través del Nóos.

Sin embargo, la Zarzuela se enteró la semana pasada, a través de lo publicado por «El Mundo», de que Urdangarín había utilizado esa fundación sin ánimo de lucro como una tapadera para sacar dinero hacia el paraíso fiscal de Belice.

«El patrocinio debe considerarse como una actividad estratégica de la empresa, cuya longevidad debe ser lo suficiente como para poder consolidar sus efectos positivos». Iñaki Urdangarín y su socio Diego Torres, a través del Instituto Nóos y su Fundación Deporte, Cultura e Integración Social, publicitaron así la idea motora de su factoría de captación de mecenazgos fijos, con el fin de lograr una cartera de clientes asociada permanente.

Por otra parte, se ha sabido que el duque de Palma pedía a las empresas un canon de 25.000 euros anuales para patrocinio solidario. El Instituto Nóos fichó marcas multinacionales y regionales. Nóos y sus terminales obtuvieron nueve millones en siete años.

Por otra parte, ahora ha trascendido que el Príncipe de Asturias fue quien personalmente llevó adelante la estrategia de respuesta al «caso Urdangarín». Don Felipe expresó su preocupación cuando conoció las primeras noticias. Pero fue después de la entrega de los «Premios Príncipe» de este año en Oviedo cuando tomó cartas en el asunto para desmarcar a la Casa del Rey de las investigaciones sobre su cuñado. El heredero de la Corona ha tenido muy presente las opiniones de la Princesa de Asturias.

Don Felipe no atendió la petición de ayuda del ex consejero balear Pepote Ballester, implicado en el caso.