Sevilla / Oviedo

El nuevo secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, amenazó ayer al PP con revisar todos los consensos de la Transición, incluido el concordato con la Santa Sede, en respuesta a los «retrocesos de treinta años» que está llevando a cabo el Gobierno en su mes escaso de existencia, empezando por la vuelta a la ley de aborto de 1985, liquidando la actual ley de plazos. La revisión de los acuerdos con el Vaticano fue aprobada ayer en comisión para su inclusión en el programa del PSOE, aunque aún tiene que recibir hoy el visto bueno del plenario.

La amenaza de Rubalcaba formó uno de los dos grandes ejes del discurso de casi una hora con el que presentó su proyecto ante el 38.º congreso del PSOE. El otro eje giró en torno a sus propuestas para cambiar el funcionamiento del partido.

Rubalcaba prometió a los delegados que ejercerá un liderazgo fuerte. «A mí no me van a quebrar», le espetó al PP desde Sevilla sin perder la compostura didáctica que, como es habitual en él, caracterizó su discurso de la mañana. Como prueba de su determinación de hacer frente al Gobierno sin concesiones -pese a sus exiguos 110 diputados y a los 185 del PP-, el ex vicepresidente lanzó:

«Si quieren retroceder treinta años, retrocedamos en todo. Si quieren sistemáticamente vulnerar todos los consensos, nosotros aceptamos el reto. Nosotros volveremos a hace treinta años y replantearemos nuestras posiciones, que han sido sensatas siempre, en pos del acuerdo, de la convivencia razonable entre todos los españoles», advirtió.

Para Rubalcaba, la actual contrarreforma del PP forma parte de un plan que ha identificado con «la segunda transición» vaticinada en su día por el ex presidente Aznar. El nuevo líder consideró que Rajoy aplica no un «ajuste económico» sino un «ajuste ideológico», una verdadera «operación política muy de fondo» y un «retroceso en toda regla», después de lo que costó ser «el país más tolerante de Europa».

Además del aborto, la contraofensiva popular está marcada, añadió, por «imponer la justicia de pago», «llevar el populismo al peor sitio, el Código Penal» y eliminar la asignatura de Educación para la Ciudadanía para «volver a adoctrinar».

Rubalcaba cargó duro contra el PP: «Se fueron del Gobierno mintiendo», dijo sobre el empeño de Aznar en atribuir el 11-M a ETA, «y han vuelto mintiendo». Llegado a este punto, avisó de que la política económica de Rajoy es como debilitar más a un anémico, criticó el refuerzo de la carga fiscal a las clases medias y pidió combinar austeridad y estímulo al crecimiento. El ex vicepresidente llamó a poner en marcha una alternativa en la que educación y sanidad sean «intocables».

Rubalcaba lanzó también un dardo al presidente del Santander, Emilio Botín, quien ha atribuido parte de la culpa de la crisis a los políticos. El dirigente socialista le dio la razón: los políticos son responsables de no haber «metido mano» a los banqueros y especuladores. Rubalcaba también defendió una «Europa federal» en la que haya un auténtico Partido Socialista Europeo al que el PSOE ceda parte de su soberanía.

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