La Generalitat de Cataluña recortará este año un 3 por ciento el sueldo de los funcionarios y amenaza con más tijeretazos, en función de los Presupuestos del Estado y de la evolución de la economía. Esta reducción salarial se aplicará en la nómina de junio, aunque los docentes y los funcionarios de prisiones podrán negociar que la rebaja se les haga en en otro mes.

Los más afectados son los interinos, que verán cómo este 3 por ciento se suma al recorte del 15 por ciento que ya se les aplica de jornada y sueldo, lo que hará que el sueldo de algunos trabajadores de los niveles retributivos más bajos se hunda por debajo del salario mínimo interprofesional.

Para aplicar este tijeretazo salarial del 3 por ciento en 2012, el Gobierno de CiU reducirá los complementos específicos a los funcionarios y trabajadores de las empresas públicas, los únicos sobre los que puede actuar, ya que el salario base, la antigüedad y los complementos de destino dependen del Estado.

Los sindicatos calculan que el recorte real para los empleados públicos será de menos un 7 por ciento, si se suma la eliminación de complementos (tique de comedor, plan de pensiones, estadios de docencia, etc...). Las centrales advierten además de que la Consejería de Gobernación ha abierto la puerta a que la reducción de sueldos que aplique el Ejecutivo central se sume a la de la Generalitat. La Administración catalana cree inevitables nuevos sacrificios salariales antes de fin de año, según evolucione la coyuntura autonómica.

El consejero Economía, Andreu Mas-Colell, ya adelantó que la Generalitat adaptará los Presupuestos de 2012 a las nuevas previsiones económicas de recesión, más negativas de lo que se esperaba. Los sindicatos han calificado de «salvajada» el anuncio de las nuevas rebajas salariales que, sumadas al aumento del IVA y del IRPF, llevarán a los trabajadores de la Generalitat a perder del 12 al 18 por ciento de poder adquisitivo. Cabe recordar que los empleados públicos ya perdieron en 2010 un 5 por ciento de su sueldo en el primer tijeretazo del último Gobierno de Zapatero.

La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría enmarcó la rebaja salarial de la Generalitat en su autonomía presupuestaria. El presidente Artur Mas prometió ayer a la patronal catalana continuar con la desregulación y ayudar a la reactivación económica.