Palma, Agencias / F. ARMENDÁRIZ

El juez instructor del «caso Palma Arena», José Castro, reanuda esta mañana los interrogatorios en torno a las supuestas irregularidades cometidas a través del Instituto Nóos, con la declaración de cuatro ex altos cargos del Gobierno de Jaume Matas, quienes serán interpelados sobre el supuesto desvío de parte de los 2,3 millones de euros que el Ejecutivo balear abonó a la entidad con motivo de la celebración de dos foros sobre turismo y deporte.

Están citados el ex director de Deportes y medallista olímpico José Luis «Pepote» Ballester (a las 09.00 horas); el ex asesor jurídico del Instituto Balear de Turismo (Ibatur) Miquel Ángel Bonet; el ex gerente de la Fundació Illesport Gonzalo Bernal y el ex gerente del Ibatur Juan Carlos Alía. El testimonio de Ballester es clave. El ex compañero de regatas del duque ya confesó ante la Policía y apunta hacia el yerno del Rey.

Según los investigadores, la única finalidad perseguida por Urdangarín con la toma del control de Nóos era poder contar con la cobertura formal de una asociación sin ánimo de lucro, a pesar de dedicarse en realidad a prestar servicios para la Administración en base a elevados precios para, tras recibir los fondos públicos, simularse la contratación de servicios ficticios a mercantiles del entramado societario de Nóos. Cantidades que acababan así en manos de empresas controladas por Urdangarín y su socio, Diego Torres, que se apoderaron de 5,8 millones de la trama, según la fiscalía.

El juez investiga si el duque de Palma cobró otros 50.000 euros del Gobierno balear por la presentación del equipo ciclista Illes Baleares, que en tres años recibió más de 18 millones de euros de la Administración insular. Previamente, por mediar con ese equipo Urdangarín ya se había embolsado medio millón. Por otra parte, Nóos subcontrató a una consultoría de Valencia que fabricó los informes copiados de internet.