El secretario general de la escuela de negocios Esade, Marcel Planellas, relacionado con el cobro de 128.000 euros del Instituto Nóos, dimitió ayer alegando motivos personales, según confirmaron a la agencia «Efe» fuentes de la escuela de negocios.

La renuncia de Planellas, que la dirección de Esade ya ha aceptado, se enmarca en el «proceso Palma Arena», en el que se le relaciona con ese cobro por ser asesor de algunos de los eventos organizados por la fundación que dirigían Urdangarín y Diego Torres, según informó el diario «El País».

En un comunicado, Esade ha recordado que Planellas ha sido citado a declarar como testigo del proceso al descubrirse que el Instituto Nóos intentó cobrar hasta tres veces una misma factura emitida por el profesor. El juez instructor del caso, José Castro, ya dictó una citación para tomarle declaración el 19 de abril en Barcelona.

Planellas fue interrogado ante el grupo de Delincuencia Económica de la Jefatura Superior de Policía de Barcelona en septiembre del año pasado y ante el fiscal anticorrupción de Baleares, Pedro Horrach, en relación a varias facturas por tres conferencias impartidas para el Instituto Nóos: una durante una mesa redonda en Palma y dos en Valencia.

En dicho interrogatorio, que figura en el sumario del «Palma Arena», al que ha tenido acceso «Efe», Planellas declaró haber colaborado también con el Instituto Nóos revisando y corrigiendo «dos o tres informes» elaborados para empresas privadas.

Por su parte, el juez José Castro ha decidido que todas las declaraciones de imputados y testigos que se prevean complejas «se recogerán en grabación audiovisual con independencia del parecer de las personas afectadas, cuyos derechos a no ver quebrantada su intimidad e imagen quedarán debidamente tutelados».

Castro ha justificado esta decisión para evitar la «distorsión» que se ha producido al haberse transcrito en 42 folios la declaración de Urdangarín, que se prolongó durante 20 horas, de las cuales unos dos tercios se emplearon para llevar a cabo la transcripción.

El fiscal general, Eduardo Torres-Dulce, dijo que queda «un camino amplio» en la instrucción del «caso Nóos» hasta saber si se abre juicio oral contra el duque y debe sentarse en el banquillo de los acusados.

En relación con la posibilidad de que la Infanta Cristina declare como testigo en la causa una vez que se ha rechazado que lo haga como imputada, indicó que los dos fiscales han decidido «con absoluta autonomía» y que, si se plantea esta posibilidad, se «examinarán las razones por las que se solicita y si comparece». Torres-Dulce no cree que la declaración tan larga de Urdangarín sea «exportable» a otros casos y añadió que no es aconsejable que estos interrogatorios se realicen en un marco de tensión por su extensión.