El Gobierno balear del PP aprobó ayer una subida de impuestos para recaudar 65 millones de euros y que se concreta en la aplicación céntimo sanitario e incrementos del gravamen sobre la matriculación de los vehículos más contaminantes y de transmisiones patrimoniales para inmuebles cuyo valor supere los 300.000 euros.

En concreto, Baleares gravará 4,8 céntimos el litro de gasolina. Este impuesto no afectará a transportistas y taxistas y no se aplicará al gasóleo de usos especiales y calefacción. El de matriculación subirá del 14,7 al tipo máximo del 16% para vehículos con emisiones de más de 200 gramos de CO2. En cuanto al de transmisiones patrimoniales de inmuebles y actas jurídicas, el aumento será del 7 al 10 por ciento desde los 300.000 euros a los 700.000.

El objetivo es cumplir el déficit del 1,5% del producto interior bruto fijado por el Gobierno central. De los 350 millones que debe ahorrar este año la Administración balear, 65 millones se lograrán gracias a estos nuevos tributos y en unas semanas el Gobierno hará público un paquete de medidas de ajuste para reducir el gasto en unos 285 millones más.

El Gobierno valenciano, también del PP, prepara un tijeretazo adicional superior a los 500 millones de los 2.700 millones requeridos para cumplir el objetivo de déficit. Además no descarta implantar «tasas específicas», aunque de momento ha prometido no aprobar copago ni subir los impuestos generales. «Van a ser medidas de carácter sectorial», que «no van a afectar a la prestación de servicios básicos», añadió. Además pondrá en marcha un plan de venta de patrimonio por valor de 125 millones, en el que se incluye una subasta de 42 coches oficiales.

El Ejecutivo canario, por su parte, decidirá sobre la subida de impuestos y los recortes cuando se conozcan los Presupuestos del Estado. El portavoz de CiU, Durán i Lleida, anunció ayer que no apoyará las primeras cuentas de Mariano Rajoy sino incluyen «lo que se debe» a Cataluña.