Madrid, Agencias

La directora general de Tráfico, María Seguí, reveló ayer que el indicador de accidentes utilizado habitualmente por la DGT refleja solo una «fracción del problema» y reconoció que puede haber «sorpresas» cuando se haga un cómputo real de los fallecidos a treinta días en carretera y zonas urbanas.

Actualmente, la inmensa mayoría de los balances de siniestralidad que hace públicos el Ministerio del Interior se refieren únicamente a fallecidos en carretera a 24 horas y excluyen a las víctimas en zona urbana y a los fallecidos días después.

Seguí explicó que la cifra total de fallecidos en accidentes que la DGT publica hasta ahora en sus anuarios es una mera «estimación» realizada a partir de los datos reales de víctimas en las primeras 24 horas después del accidente.

A falta de cifras reales, recopiladas en hospitales o mediante un seguimiento de los heridos, la DGT calcula el número de fallecidos a 30 días mediante un coeficiente corrector que arroja una simple estimación, no un cifra totalmente contrastada. Así, el año 2010 se cerró inicialmente con 1.730 fallecidos en carretera a 24 horas, mientras que en el anuario de la DGT, que incluye fallecidos a 30 días y en ciudad, la cifra se elevó a 2.478 muertos.

Acabar con esta situación y ofrecer unas estadísticas de siniestralidad equivalentes a las del resto de países de la UE es uno de «primeros retos» que se ha fijado Seguí. «Nos podríamos llevar una sorpresa», admitió, aunque pidió que no se haga «alarmismo» con cifras pasadas, ya que lo importante es mejorar la seguridad vial en el futuro. Con todo, su predecesor en el cargo, Pere Navarro, criticó a Seguí por «poner en duda» las cifras de fallecidos, que es una falta de consideración a los funcionarios del Observatorio Nacional de Seguridad Vial, que recogen, comprueban y certifican los datos de la siniestralidad», y no es «la mejor manera de iniciar una gestión».