El pleno de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha avalado por mayoría de 21 votos el modelo catalán de inmersión lingüística en las escuelas, si bien la resolución recoge que la Generalitat debe ofrecer atención lingüística individualizada a las tres familias demandantes que querían clases en castellano.

De entre los 22 jueces del pleno, sólo la magistrada Núria Cleries ha anotado su voto particular pidiendo la estimación en la totalidad del recurso del Gobierno catalán. En el fallo de TSJC se estima parcialmente el recurso de la Generalitat, «no se puede hacer un pronunciamiento general sobre el uso del castellano como lengua vehicular a raíz de una lectura descontextualizada y literal de una frase del fallo del Supremo» sobre la petición de estas tres familias.

Ahora, el Tribunal catalán ha dejado sin efecto su resolución de septiembre de 2011, por lo que «mantiene el modelo que en la actualidad se está llevando a cabo» y que implica que las escuelas de esta autonomía mantendrán el catalán como lengua vehicular de la enseñanza.

El abogado de Convivencia Cívica Catalana (CCC), Ángel Escolano, anunció que recurrirán el fallo. En el auto, los jueces del TSJC han reprochado a la Generalitat que «en los casos concretos de las familias que habían solicitado para sus hijos enseñanza en castellano la Administración no ha acreditado haber ejecutado debidamente la sentencia del Supremo», por lo que obliga al Gobierno de CiU a dar respuesta, en este caso, a los demandantes.

«Pretender extraer desde una lectura descontextualizada y literal de una frase del fallo del alto tribunal un pronunciamiento general sobre el uso del castellano como lengua vehicular en el sistema educativo de toda Cataluña es algo que excede en mucho de lo que es la función propia de éste órgano», aclaran sin embargo los magistrados del TSJC, quienes avisan de que solamente el Supremo habría podido en su momento precisar el contenido mediante una aclaración de la sentencia.

El Supremo obligó en 2010 a la Generalitat a incorporar el castellano como lengua vehicular de la enseñanza, alegando su cooficialidad en el territorio. Las familias acudieron entonces al TSJC para reclamar el cumplimiento de la sentencia del Supremo, y el tribunal catalán se alineó con el Supremo obligando a la Generalitat a incluir el castellano como lengua vehicular, lo que el Govern recurrió.

La resolución del TSJC en que salva la inmersión lingüística en catalán de la enseñanza excepto en casos particulares ha motivado que la Generalitat, todos los partidos menos el PP y Ciutadans, y el sector educativo y cultural hayan celebrado los argumentos de los jueces para reivindicar este modelo, vigente hace 30 años.

«Estamos donde estábamos y no nos moveremos de aquí» porque la inmersión impide que el catalán sea minoritario, dijo el presidente Artur Mas, mientras CiU y PSC se felicitaban. ERC instó a la Generalitat a impedir que el PP «lo rompa todo».

Sólo el PP y Ciutadans (C's) han pedido al Supremo que se posicione e incorpore en la escuela el trilingüismo -inglés además de catalán y castellano-. Los populares consideran que el fallo no entra en el fondo del modelo que C's ve agónico. El ministro de Educación, José Ignacio Wert, afirmó que el Gobierno acatará la sentencia «guste más o guste menos».