Barcelona, Agencias

El Gobierno catalán tiene previsto aplicar un nuevo recorte salarial de casi el 2% a los empleados públicos de la Generalitat, que se vería reflejado en la paga de diciembre y que se sumaría a la rebaja del 3% planeada para la nómina de junio coincidiendo con la paga extraordinaria.

Estos planes quedarían anulados si el Gobierno de Mariano Rajoy decide en las próximas semanas imponer por su cuenta una rebaja general en el sueldo de los funcionarios de todo el Estado. El presidente catalán, Artur Mas, recordó que hace unos meses ya anticipó que la reducción de salarios de los funcionarios para este año rondaría el 5%.

En concreto, Mas avanzó el pasado 3 de enero que los cerca de 230.000 funcionarios de la administración catalana verían reducido su salario algo menos del 5% en 2012.

Pero cuando la vicepresidenta del Gobierno catalán, Joana Ortega, hizo público el pasado 17 de febrero que se rebajaría el salario de los trabajadores públicos en un 3%, aplicado en la nómina de junio, no se detalló que podría haber un recorte adicional del 2% a final de año, coincidiendo con la paga extra de diciembre.

Lo que Mas quiere conocer son los Presupuestos Generales del Estado, que el Gobierno de Rajoy presentará a finales de mes. Dependiendo de la previsión de ingresos que allí se reflejen, la Generalitat podría verse obligada a replantearse sus propias cuentas para 2012, elaboradas en función de las previsiones que ofreció en julio de 2011 el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Mas dice no tener constancia de que el Gobierno vaya a incluir los más de 200 millones de euros de la liquidación de 2009 de las inversiones en infraestructuras previstas en el Estatut en los próximos presupuestos. Pero si no figuran los 759 millones de la liquidación de 2008, que el anterior Gobierno no abonó el año pasado, el Ejecutivo catalán lo considerará «un incumplimiento muy grave».

De otra parte, la Generalitat estima que el déficit fiscal de Cataluña con respecto al Estado entre 1986 y 2009 fue cada año, de media, del 8% del PIB catalán, una contribución que el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, tildó de «inaguantable» y «excesiva».

Así se desprende de los cálculos hechos por el Ejecutivo catalán con la metodología diseñada por un grupo de expertos, que para poder hacer comparaciones en este período de 24 años ha anulado el efecto de la variabilidad en la situación financiera del sector público central.

En rueda de prensa, Mas-Colell dio a conocer el último dato disponible de la balanza fiscal de Cataluña con el Estado, que es la diferencia entre lo que aportaron los catalanes al conjunto de España en forma de impuestos y lo que recibieron del Estado a través de los servicios públicos y las inversiones. En 2009, el último año del que se disponen datos, el déficit fiscal de Cataluña fue del 8,4%, mientras que entre 2006 y 2009 la media fue 8,2%.