Diputados del PSOE han cuestionado que el Congreso vaya a destinar 82.600 euros al retrato de su ex presidente José Bono. Así, Odón Elorza considera que se trata de un gasto «superfluo» y prescindible en este momento, y Cristina Narbona pide que se tenga en cuenta la «austeridad» a la que están sometidas las cuentas públicas, mientras que Jesús Caldera deja caer que el cuadro que él tiene en el Ministerio de Trabajo, del que fue titular, fue «mucho más barato».

El elevado coste del retrato de Bono ha sido duramente criticado por el PP, pero también desde todos los ámbitos de la oposición. El «caso de Bono» recuerda al de Francisco Álvarez-Cascos, cuyo retrato como miembro del Gobierno, y que realizó Antonio López, habría costado 200.000 euros, según cálculos de fuentes conocedoras del mercado del arte consultadas. Una cifra que triplicaría a los cuadros de los otros ministros.

El presidente del Congreso, Jesús Posada, explicó que los 82.600 euros del de Bono no suponen una exageración» porque es un precio «similar» al de los demás cuadros que conforman esa colección, si bien admitió que el formato de fotografía que ha elegido Manuel Marín «es más barato».

Posada señaló que no puede «entrar en las decisiones» que toman sus antecesores, pero recordó que el mismo pintor que hará el retrato de Bono, Bernardo Torrens, también hizo el de Félix Pons, que fue presidente entre 1986 y 1996. «Ese volumen de dinero es similar al del resto de los cuadros, en ningún momento puede interpretarse como una exageración sobre los anteriores porque está en la misma línea», argumentó Posada. El de Martín, obra de Cristina García Rodero, había costado 24.700 euros.