El consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares, anunció ayer que las patrullas de seguridad ciudadana de la Ertzaintza no usarán escopetas lanzadoras de pelotas a partir del 1 de enero de 2013, aunque sí seguirán haciéndolo las unidades de brigada móvil.

Ares pidió perdón en el Parlamento vasco por la muerte de Iñigo Cabacas el pasado domingo, que, según los resultados del informe preliminar de la autopsia, fue fruto del impacto de una pelota de goma lanzada el 5 de abril por agentes que formaban parte del operativo desplegado en previsión de incidentes por el partido entre el Athletic y el equipo alemán Schalke 04.

El Consejero asumió la responsabilidad política de lo sucedido y el jefe de la Policía vasca, Antonio Varela, señaló que la pelota impactó de manera casual en la cabeza del joven y que ningún agente disparó a bocajarro. El fiscal Juan Calparsoso consideró absolutamente intolerable lo sucedido y explicó que la investigación va dirigida a determinar si hubo delito de homicidio por imprudencia. La Policía tiene prohibido disparar pelotas de goma a menos de 50 metros.