El nieto mayor del Rey, Felipe Juan Froilán, abandonó ayer por la tarde con su madre, la Infanta Elena, el Hospital Quirón, tras recibir el alta al cumplirse los siete días que establece el protocolo de terapia de suministro de antibióticos por vía intravenosa desde que ingresó, el lunes día 9, con una herida en el pie derecho, causada por un disparo accidental de la escopeta que manejaba en unas prácticas de tiro.

El hijo de doña Elena fue sometido a una cura y un autoinjerto bajo anestesia general la víspera, según precisa el informe hospitalario, que indica que el problema de riego sanguíneo del dedo afectado está «aparentemente resuelto». A partir de ahora, Froilán deberá seguir la rehabilitación y el resto del tratamiento pautado en su domicilio, si bien habrá de volver al hospital para el correspondiente seguimiento.

El informe concluye con el diagnóstico del paciente: «Herida dorsoplantar en antepie derecho con fractura multifragmentada de la base de la falange proximal del segundo dedo, con componente vascular aparentemente resuelto». «Su evolución ha sido satisfactoria, con estudios analíticos y microbiológicos normales», se añade en el informe.

La Guardia Civil ha intervenido la escopeta con la que se hirió Froilán mientras hacía prácticas de tiro junto a su padre, Jaime de Marichalar. El arma fue entregada a la Benemérita el sábado por el ex marido de la Infanta Elena, que prestó declaración durante dos horas ante los agentes del instituto armado que investigan el accidente.

Además, la Guardia Civil ha inspeccionado la finca y ha realizado una minuciosa reseña fotográfica del lugar del suceso. Las diligencias sobre el accidente han sido remitidas al Juzgado. Marichalar puede ser multado y retirársele la licencia de armas porque Froilán no tiene la edad para manejarlas.