Cerca de 25.000 personas, según CCOO, desfilaron este miércoles por la capilla ardiente con los restos mortales del histórico dirigente comunista Santiago Carrillo, que este jueves serán incinerados en el cementerio de la Almudena tras un cortejo fúnebre por el centro de Madrid.

La capilla ardiente volverá a abrirse mañana a las 09:00 horas para celebrar un breve acto en el que la familia agradecerá el apoyo recibido, antes de que un cortejo fúnebre se encamine hacia el crematorio pasando por la plaza de Cibeles y la Puerta de Alcalá.

Como era deseo del que fuera secretario general del Partido Comunista de España (PCE), sus cenizas serán esparcidas en el mar Cantábrico, concretamente en la costa de su Gijón natal (Asturias).

A lo largo de la jornada, miembros del Gobierno y de Ejecutivos anteriores -como el expresidente Felipe González-, dirigentes de la mayoría de partidos políticos y representantes de la cultura y de altas instituciones del Estado han visitado hoy la capilla ardiente de Carrillo para dar su pésame a la familia.

Junto a ellos, miles de personas han hecho cola para despedirse del histórico dirigente comunista.

"El capitalismo puede llegar a destruir la especie humana". Una imagen de Carrillo con esta frase ha presidido la capilla ardiente, instalada en el Auditorio Marcelino Camacho de la sede de Comisiones Obreras de Madrid.

Su féretro, sobre el estrado y rodeado por cuatro banderas -las de España, Madrid, la UE y el Partido Comunista de España-, ha sido velado durante toda la jornada por la mujer de Carrillo, Carmen Menéndez, y sus tres hijos: Santiago, Jorge y Pepe.

Santiago Carrillo hijo ha reconocido, en nombre de toda la familia, sentirse abrumado por las numerosas muestras de cariño recibidas desde el fallecimiento de su padre.

El hijo de Carrillo ha dicho ser un "afortunado" por haber disfrutado de la compañía de su padre durante tantos años y ha relatado a los periodistas cómo hace pocos días charlaba con él durante horas sobre la grave situación que atraviesa España, por la que estaba "muy preocupado".

Santiago Carrillo hijo ha agradecido las muestras de solidaridad recibidas desde las mas altas instituciones, como el telegrama del jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy.

Por la capilla ardiente han pasado la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y las ministras de Fomento, Ana Pastor, y Empleo, Fátima Báñez.

Sáenz de Santamaría ha subrayado el papel de Carrillo en la Transición, como también lo han hecho las dos ministras y la mayoría de los políticos que han despedido a Carrillo en esta jornada.

El expresidente del Gobierno Felipe González también ha acudido al Auditorio Marcelino Camacho y, tras dar sus condolencias a la familia, ha subrayado que la prioridad de la acción política de Carrillo fue siempre "la consolidación de una convivencia en libertad y paz".

Alfredo Pérez Rubalcaba, Jordi Pujol, Alfonso Guerra, José Bono, Carlos Floriano, Esteban González Pons, Cayo Lara o Joan Herrera son algunos de entre los muchos políticos que se han acercado al auditorio, donde también ha estado el hijo del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez, Adolfo Suárez Illana.

Suárez Illana ha trasladado, en nombre de su padre, un mensaje de gratitud a Carrillo, que apoyó la Transición "cuando muy pocos creían en ese proceso, aunque hoy todos lo avalen".

Tampoco ha faltado al último adiós el mundo de la cultura, representado, entre otros, por los cantantes Ana Belén y Víctor Manuel, la escritora Almudena Grandes, o los actores Alvaro de Luna y José Sacristán, quien ha subrayado el talento, la sabiduría y el coraje de Carrillo.

La capilla ardiente de Santiago Carrillo tiene previsto cerrar a las nueve de la noche y volverá a abrirse mañana a las nueve.

Poco después se celebrará un breve acto en el que la familia de Carrillo agradecerá el apoyo recibido, antes de que el cortejo fúnebre se encamine hacia el crematorio del cementerio de la Almudena pasando por el centro de Madrid.

La familia de Santiago Carrillo tiene intención de esparcir sus cenizas en el mar Cantábrico, concretamente en la costa de Gijón (Asturias), como era su deseo.