"Gallega de A Costa da Morte, celta-celta, labradora, aldeana. Hasta los 9 años guiaba vacas y no es una metáfora". Así se presentaba a sí misma Marita Fernández, fundadora de Método 3 -investigada en el caso de supuestas escuchas ilegales a Alicia Sánchez-Camacho, la líder del PP catalán y la excompañera sentimental de Jordi Pujol Ferrusola-, en el momento cumbre de su carrera.

Corría el año 2007 y los padres de Madeleine McCann, desaparecida en Algarve, contrataron los servicios de su agencia y la lanzaron al estrellato mundial.

Aquella muchacha nacida en 1949 en una aldea gallega de Mazaricos y emigrada a Argentina durante una década, hasta los 19 años, consiguió levantar, desde que puso la primera piedra, en 1986,la agencia de detectives privados más importante de España. Su hijo Francisco Marco, director de la empresa y en la actualidad en libertad con cargos por las supuestas escuchas ilegales en Cataluña, llegó a describir su agencia como la "boutique de la investigación" o "detectives de lujo".

Lo cierto es que por número de casos (1.250 al año), trabajadores - afirman que contaban con 50 empleados en sus sedes de Barcelona, Madrid y Buenos Aires - y volumen de negocio, Método 3 llegó a sobresalir entre todas las demás.

La "vocación" le llegó a Marita, que ahora preside la agencia, tarde, tras trabajar en el mundo de la moda, cuando conoció el ambiente detectivesco de primera mano al entrar de comercial en una renombrada agencia del sector de Barcelona.

Los libros de detectives también contribuyeron con su granito de arena para inspirarla a montar una compañía por su cuenta. Marita descartó los líos de faldas y centró el negocio en los servicios a empresas - no tratan con "particulares"-. "No quise crear la típica agencia para una señora que tiene problemas con su marido", señaló alguna vez.

Como explicaba su hijo Francisco Marco, se especializaron en informar de cara a fusiones y adquisiciones de empresas - presumía en 2006 de que el 70% de las compañías del IBEX eran clientes suyos - y en ofrecer a los bufetes de abogados pruebas para defender sus casos ante los tribunales o asegurarse de que sus clientes cumplen la normativa antiblanqueo de capitales. En sus comienzos, sin embargo, tenía más peso en su cartera la investigación de bajas fraudulentas o posibles fraudes en pólizas de seguros.

De hecho, el primer caso que investigó la agencia que preside Marita Fernández les puso tras la pista de una modelo que, tras un accidente, reclamó una indemnización millonaria por haber perdido, supuestamente, su vista. Los detectives de Marita demostraron que veía lo suficiente como para probarse unos pendientes ante el espejo de una tienda.

En la época de auge llegaría la especialización y un elevado grado de formación de sus agentes - al menos, de eso presumía Marco - e incluso la creación de lo que llamó "hackers blancos", preparados para controlar las fugas de información a través de las nuevas tecnologías.

La agencia, Método 3 es, no obstante, noticia en estos días no por un gran éxito en su currículum, como ocurrió cuando localizó a Francisco Paesa, destapó el lavado de capitales del caso Malaya en la República Dominicana, recuperó para una empresa africana los 20 millones de euros que Juan Antonio Roca había desviado a un paraíso fiscal, contribuyó a desarticular una red de piratería informática en Cataluña o destapó el fraude de Forum Filatélico.

La semana pasada, aparte de las denuncias ya realizadas por la popular Alicia Sánchez-Camacho, "La Camarga", el restaurante donde supuestamente fue grabada la conversación, anunció que se personará como acusación particular en el caso de espionaje del que se acusa a la agencia.

El asunto - que se suma al supuesto control de los correos del Barça- se complica. El Mundo afirma que fue José Zaragoza, secretario de Organización del PSC, quien encargó a Método 3 espiar a la expareja de Pujol para conocer las finanzas de CiU, algo que el socialista niega. Otros medios afirman que en la trama del supuesto espionaje también se elaboraron informes sobre el comisario Joaquín Almunia, el presidente madrileño Ignacio González, José Montilla, expresidente de la Generalitat; el conseller Felix Puig o la vicepresidenta del Govern, Joana Ortega. El Mundo asegura que Método 3 realizó cientos de informes sobre políticos, jueces y deportistas.

La semana pasada la policía arrestó a Francisco Marco y a tres exempleados por el caso de la supuesta grabación ilegal en el restaurante.

Todos están en libertad provisional acusados de un delito de revelación de secretos.

No es la única mancha que salpica el historial de la agencia fundada por Marita Fernández en 1986. El año pasado, en el marco de la Operación Pitiusa contra el tráfico de datos, también se puso en cuestión la legalidad de ciertas acciones de Método 3,y en 2008 la Fiscalía pidió explicaciones a la Generalitat sobre informes que el tripartito había encargado, entre ellos uno sobre la avellana realizado por Método 3.

Al margen de su periplo judicial, a Método 3 no parece quedarle mucho futuro. Según El Mundo, la empresa está un proceso de "disolución voluntario", pese a que sus últimas cuentas "no reflejan un estado de quiebra". Ese será el final de una empresa que defiende que su "filosofía" es "llegar donde no llega nadie, ver lo que para otros permanece oculto; en definitiva, alcanzar la verdad".