El todavía líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, garantizó ayer que el partido no romperá el consenso constitucional sobre la monarquía y apoyará la ley orgánica que hará efectiva la abdicación del Rey. Sin embargo, las "hondas raíces republicanas" que el propio secretario general reconoció que tiene el PSOE han llevado a algunos dirigentes territoriales a pedir un referéndum sobre el modelo de Estado.

Rubalcaba admitió que la monarquía es "un valor" del que los socialistas se sienten orgullosos porque ha permitido "treinta y cinco años de desarrollo político" marcados por "el consenso, la convivencia y el civismo". El secretario general agregó que con la sucesión "se abre un nuevo tiempo en la política española", donde aparecen "oportunidades y cambios" que el PSOE "va a aprovechar".

La portavoz en el Congreso, Soraya Rodríguez, reveló que el partido no se plantea dar libertad de voto a los diputados, pese a que algunos de ellos lo están pidiendo, y ni siquiera prevé la posibilidad de que algún parlamentario -en alusión a los más soberanistas del PSC- rompa la disciplina de voto.

Pero el debate sobre la república se ha instalado entre los socialistas. El expresidente Felipe González justificó el apoyo que su partido da a la monarquía desde la Transición alegando que el PSOE "era republicano en tanto la monarquía no respetaba la democracia". A lo que añadió que le extrañó que el anuncio de la abdicación no lo hiciera el propio Monarca.

De "no muy acertado" calificó el exvicepresidente Alfonso Guerra la elección del día para realizar el anuncio, porque, a su juicio, puede producirse "una asimilación" con la proclamación de la II República en 1931, que estuvo precedida de unas elecciones generales.

Con todo y con eso, el PSOE balear pidió un referéndum sobre la continuidad de la monarquía, y los de Valencia y Andalucía abogaron por una reforma constitucional, aunque sin poner el foco en el modelo de Estado. Algo que sí hicieron el secretario general del PSE-EE en Álava, Txarli Prieto, la federación del PSC de Barcelona y el alcalde de Sabadell, también por el PSC, Joan Carles Sánchez.