El presidente de la Generalitat, Artur Mas, se reafirmó ayer en que habrá elecciones anticipadas en Cataluña el próximo 27 de septiembre. No hay "condiciones" para la celebración de los comicios, explicó, porque "presupone" y está "convencido" de que se cumplirán los pactos que cerró en enero con ERC ligados al adelanto electoral.

Entre ellos, citó los de mantener la estabilidad parlamentaria y dar prioridad a las alianzas entre CiU y ERC en ayuntamientos y diputaciones, tras las elecciones municipales de este domingo.

Por eso, advirtió, no se "puede imaginar" un pacto en la Diputación de Barcelona entre PSC y ERC que excluya a CiU, cuando su partido y los republicanos tienen que acordar un programa común soberanista con vistas a las elecciones del 27-S.

"Parto de la base de que los pactos que llevaron a esta fecha se cumplirán", insistió Mas, que en los últimos meses se ha quejado de la pérdida de algunas votaciones en el Parlament por la falta de apoyo de Esquerra.

De ahí, el presidente catalán saltó a la actualidad y lanzó varias andanadas contra la ganadora de los comicios del domingo en el Ayuntamiento de Barcelona, Ada Colau, cuya victoria ejemplifica, en su opinión, el "riesgo" de dispersar el voto soberanista.

Una alcaldesa, además, que "no se ha definido" sobre el proceso soberanista ni tiene fecha fijada para hacerlo, criticó, y en cuya candidatura, Barcelona en Comú, se han "diluido" ICV y EUiA, antiguos integrantes del frente soberanista.

Mas cargó también contra Colau por lanzar "acusaciones genéricas sin pruebas", como se hacía "en la Inquisición", y advirtió que la "violencia verbal" puede acabar siendo física.

Pero Colau no perdió tiempo en contestar a ninguna de estas críticas y se reunió con el alcalde en funciones, Xavier Trias (CiU), con quien, según informó en Twitter, acordó activar esta misma semana una "mesa de traspaso".

Colau también se reunió con el cabeza de lista de ERC, Alfred Bosch, en el marco de la ronda de contactos que ha emprendido para intentar formar una mayoría de izquierdas con, además, el PSC y la CUP, aunque la aspirante de Barcelona en Comú está dispuesta a gobernar en minoría con sus once concejales. El "número uno" de la candidatura del PSC, Jaume Collboni, mostró su "predisposición al diálogo".

La líder de Podemos en Cataluña, Gemma Ubasart, propuso articular una "alianza social y política" para "disputar" a CiU las elecciones del 27-S, tras el "éxito" de Barcelona en Comú.