La Infanta Cristina, a través de su abogado, Miquel Roca, ha querido matizar el anuncio de la Casa del Rey en el que informaba sobre la decisión de revocar su título de duquesa de Palma. Mientras la Casa del Rey informaba este viernes por la noche de que Felipe VI había decidido revocar el título, este viernes por la mañana Miquel Roca ha manifestado que ha sido doña Cristina quien hace ya varios días optó por renunciar a este título a través de una carta dirigida al Rey.

Tras estas manifestaciones, la Casa del Rey se ha apresurado a destacar este mismo viernes que esta carta de la Infanta Cristina se recibió, pero después de que su hermano le comunicase la decisión de retirarle el ducado.

Fuentes de la Casa del Rey han explicado que la conversación entre Felipe VI y su hermana se produjo antes de que la misiva, con fecha de 1 de junio, llegara a Zarzuela.

Se trata, en cualquier caso, de "una decisión del Rey", añaden las fuentes, que el propio don Felipe comunicó a su hermana por teléfono.

Después de esta conversación, la Casa Real dio a conocer a los medios de comunicación el contenido del Real Decreto firmado por el Monarca y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, publicado hoy, por el que "se revoca la atribución a su Alteza Real la Infanta doña Cristina de la facultad de usar el título de Duquesa de Palma de Mallorca", que le otorgó el Rey Juan Carlos en 1997.

Miquel Roca, abogado de la infanta Cristina, ha afirmado finalmente, que no quiere "entrar en una discusión sobre fechas" y ha evitado precisar cuándo la infanta Cristina envió al Rey la carta manuscrita para renunciar al ducado; se ha limitado a apuntar que ésta ya ha manifestado por escrito su voluntad.

Un portavoz de Zarzuela hizo anoche hincapié en que la resolución adoptada por el jefe del Estado no había sido "ni repentina ni improvisada" y recordó, sobre una posible renuncia a sus derechos dinásticos por parte de la menor de las hermanas del Rey, que en todo caso se trata de una decisión personal de la infanta, tal y como siempre ha manifestado la Casa Real al respecto.

Esta mañana, el abogado de la Infanta Cristina, Miquel Roca, ha señalado que ella había manifestado "desde hace días" su voluntad de renunciar al título de duquesa de Palma de Mallorca, y ha corroborado que "está de acuerdo" con la decisión del Rey Felipe VI de revocarle ese derecho.

Roca ha precisado que comprende el "disgusto" de doña Cristina por esta renuncia -que, según ha detallado, la infanta formalizó con una carta que cree que había escrito de su puño y letra-, ya que el título es algo que "tenía un valor afectivo".

El letrado ha añadido también que la Infanta había expresado su voluntad de renunciar al título "en el momento en que ha creído que no tenía ningún tipo de sentido mantenerlo, y que esto podía generar un tipo de polémica social de la que ella quiere estar alejada".

La estrategia procesal

Roca ha puntualizado que "desde la estrategia procesal, esto no tiene ninguna influencia". "La justicia no juzga a una duquesa o a una no duquesa, juzga a una persona en función de unas pretendidas acusaciones de Manos Limpias", ha precisado.

En este sentido, Miquel Roca ha remarcado que si Manos Limpias es la que formula esa acusación, de lo que se defienden es de esa acusación.

Para el abogado de Cristina de Borbón, "si esto tiene una trascendencia pública o una trascendencia social, entonces vale la pena que la Infanta evite cualquier polémica en torno a esta cuestión".

En las declaraciones a los medios, Miquel Roca ha dicho desconocer si se habían producido conversaciones familiares sobre esta cuestión, si bien ha reconocido que la Infanta sí le preguntó si esta decisión tenía alguna consecuencia procesal, a lo que él contestó que "ninguna".

La Infanta Cristina poseía el título de duquesa desde 1997, año en que se lo otorgó su padre, el Rey Juan Carlos, con motivo de su enlace matrimonial con Iñaki Urdangarin quien, en su calidad de consorte, también estaba capacitado para usar el título de duque de Palma.

La revocación del uso de este título nobiliario es una decisión que compete en exclusiva al monarca, no así una eventual renuncia de la Infanta Cristina a sus derechos dinásticos, decisión que solo puede venir de ella y que, por el momento, ha rehusado adoptar.

La revocación del título a la Infanta, y por extensión a su marido, Iñaki Urdangarin, tiene lugar cuando se ha producido un cambio muy significativo en su situación procesal en el caso Nóos.

La instrucción ya ha finalizado y sólo se está a la espera de fijar fecha para que la Audiencia de Palma la juzgue como presunta cooperadora en dos delitos fiscales supuestamente cometidos por su esposo.

Una petición del Ayuntamiento de Palma

El Ayuntamiento de Palma se había hecho eco en diciembre pasado del malestar "mayoritario" de los ciudadanos de la capital mallorquina por el mantenimiento del ducado de la ciudad por parte de la infanta Cristina, un asunto que también fue debatido por el Parlamento balear a instancias de la oposición.

"Nos duele ver cómo el nombre de nuestra ciudad se está relacionando con un caso de corrupción que no deja bien a nuestra ciudad", aseguró el 30 de diciembre de 2014 el portavoz municipal, Julio Martínez, a raíz de la decisión del juez instructor del caso Nóos, José Castro, de abrir juicio oral contra la infanta por dos delitos fiscales.

El portavoz explicó entonces que, una vez que Rey Felipe VI había iniciado "nueva etapa dentro de la institución monárquica", el Consistorio creía que "sería bueno para la ciudad y para la institución monárquica que se reflexionara sobre mantener el nombre del título de la ciudad por parte de la infanta".