La Asociación Española de Pediatría (AEP) ha expresado su pesar por el fallecimiento del menor de Olot infectado por la difteria y ha querido enviar al tiempo un mensaje de tranquilidad a las familias respecto a la posibilidad de contraer la infección, si bien recuerdan que incluso en enfermedades infecciosas eliminadas de nuestro medio "nunca se debe bajar la guardia".

"Actualmente más del 95% de los niños menores de un año residentes en España está vacunados frente a la difteria, la dosis de refuerzo del segundo año de vida casi alcanza esta cifra; sin embargo las dosis de refuerzo posteriores deben ser mejoradas", advierten los pediatras.

No obstante, aseguran que este nivel de inmunización individual y colectiva "ha de servir para transmitir un mensaje de tranquilidad a las familias residentes en España respecto a la probabilidad de contraer la infección, aunque en la prevención de las enfermedades infecciosas, incluso de aquellas aparentemente eliminadas en nuestro medio como podía parecer en el caso de la difteria, nunca se debe bajar la guardia".

Los pediatras han transmitido su pesar y solidaridad con la familia del niño fallecido y un reconocimiento a los profesionales que se enfrentaron "a un caso de una enfermedad casi desaparecida y de difícil sospecha, y a los del centro hospitalario donde han hecho todo lo posible para intentar que el pequeño se recuperase, así como a las autoridades sanitarias, que han gestionado la obtención de recursos terapéuticos tan especiales de esta enfermedad en las circunstancias actuales".