El ministro del Interior, Jorge Fernández, ha indicado que desde el Ministerio instarán si es necesario el cierre de mezquitas que difundan un mensaje radical, pero ha puntualizado que sería una "decisión última" ya que antes apuestan por neutralizar a los imanes extremistas.

En declaraciones a los periodistas tras asistir a la toma de posesión de los 140 nuevos policías nacionales en Cataluña, ha asegurado que comparte las palabras del presidente de la Comisión Islámica de España, Riay Tatari, de que "no son los centros los que adoctrinan, sino las personas".

Bajo esta premisa, ha apostado por "neutralizar a los imanes que promuevan discursos de radicalización y comisión de atentados más que cerrar los centros", aunque ha indicado que esta medida está prevista en el Código Penal y si fuera necesario se instaría al cierre ante la autoridad judicial.

Ha puntualizado que el Código Penal, en la redacción derivada del pacto contra el terrorismo firmado por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el líder del PSOE, Pedro Sánchez, "prevé que cuando en determinados locales, no solo religiosos, desarrollen actividades que inciten al odio, a la xenofobia y a la comisión de actos violentos y a terrorismo, el juez puede decretar el cierre temporal o definitivo".

Ha advertido de que actualmente el 80% de la captación, adoctrinamiento y radicalización yihadista en España se hace en Internet y la redes sociales, cuando años atrás el 80% se realizaba en torno de las prisiones y los centros de culto.

No obstante, ha indicado que en el contexto del plan nacional de lucha contra la radicalización y en sintonía con los representantes de la comunidad musulmana, mantienen "un control importante de estos centros sobre todo para prevenir y evitar que se puedan difundir mensajes que inciten al odio y la violencia".

Nivel 4 de alerta

Ha confirmado que la previsión es que se mantenga el nivel 4 de alerta terrorista "mientras no haya ningún hecho sobrevenido o extraordinario".

Ha recordado que de la UE han salido 4.000 terroristas para unirse al combate en las filas del Estado Islámico en Siria, Libia e Irak, y 20.000 de otros 90 países, y hay 1.300 retornados en la UE, pese a que España tiene una cifra baja de desplazados y retornados, pero, según él, no se puede bajar la guardia porque "ningún país está exento de riesgo".

Ha hecho hincapié en los 48 detenidos este año por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado: "Es un buen aval para que la gente confíe en la policía aunque todos estamos amenazados y el riesgo cero no existe".